La situación actual de nuestro país es una sumamente preocupante. Esta semana en diferentes rotativos del país se han reseñado varios asuntos los cuales inciden directa o indirectamente en contra de nuestros estudiantes universitarios, nuestros futuros profesionales y el desarrollo social y económico de Puerto Rico.
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La UPR acaba de perder sobre 5 millones y medio de dólares, obtenidos desde el 2019, para la construcción de un centro de investigaciones científicas del recinto de Rio Piedras. La respuesta de la universidad, por recomendación de su Comité de Reconstrucción e Infraestructura, fue simple y llanamente por no poder cumplir con las fechas establecidas. Ningún miembro de este comité se opuso a tal recomendación. Por otro lado, la Junta de Supervisión Fiscal le está exigiendo a la Junta de Gobierno de la UPR que aumente los costos de matrícula para los estudiantes subgraduados y graduados, para garantizar la sostenibilidad de la institución y sus responsabilidades fiscales a largo plazo. Por un lado pierden dinero y por el otro aumentan los costos. Esto demuestra claramente la falta de compromiso del gobierno actual con nuestros estudiantes y una falta de visión de hacia dónde nos debemos enfocar si queremos mejorar nuestro desarrollo socioeconómico.
Otro de los temas en los cuales nuestros estudiantes y futuros profesionales se verán afectados es la corrupción gubernamental. También, esta semana se reseñaba que la corrupción le ha costado al país 527 millones de dólares anuales desde el año 2000, según un estudio realizado por el Observatorio de Sociedad, Gobernanza y Políticas Públicas de la Universidad Católica de Puerto Rico. Esto obstaculiza cualquier plan de desarrollo económico sostenible a mediano y largo plazo, que abona aún más a la emigración de nuestro talento joven.
Del mismo modo, el costo de vida para nuestros estudiantes sigue en aumento en todos los renglones, haciendo más difícil el que estos tengan un buen ambiente para su desarrollo social y profesional. Un ejemplo de esto es que el Departamento de Obras Públicas (DTOP) evalúa subir el costo de la inspección de los vehículos de 11 a 20 dólares. Esto, sumado a los aumentos en la energía eléctrica, servicio de agua, el aumento en los peajes, la gasolina y los productos de la canasta básica crean la tormenta perfecta para que nuestro recurso humano joven evalúe seriamente la opción de irse del país en busca de un mejor ambiente y nuevas oportunidades de desarrollo.
El gobierno del PNP parece no entender que el saldo de todo esto promueve el éxodo de jóvenes (y algunos no tan jóvenes) en etapa productiva, quienes son los llamados a llevar las riendas de nuestro futuro económico y social. Tenemos que tener bien claro que una universidad pública fuerte, con todos sus recursos, producirá un desarrollo socioeconómico fuerte y sostenible. Evitemos a toda costa la fuga del futuro de nuestro país.