Un funcionario espacial ruso atribuyó el viernes a un problema de software el incidente en que un laboratorio científico recién acoplado sacó brevemente de posición a la Estación Espacial Internacional.
La estación espacial perdió el control de su orientación por 47 minutos el jueves, cuando el laboratorio ruso Nauka encendió accidentalmente sus propulsores unas pocas horas después de acoplarse, sacando al complejo orbital fuera de su configuración habitual. La posición de la estación es clave para poder cargar electricidad en sus paneles solares y recibir comunicaciones. Los contactos con los controles en tierra se perdieron dos veces por unos pocos minutos.
PUBLICIDAD
Vladimir Solovyov, director de vuelos del segmento ruso de la estación, atribuyó el incidente a “una falla a corto plazo de software”. En una declaración dada a conocer el viernes por la agencia espacial de Rusia, Roscosmos, Solovyov dijo que debido a esa falla, se implementó indebidamente un comando directo para encender los propulsores del laboratorio.
Añadió que el incidente fue “contrarrestado rápidamente por el sistema de propulsión” de otro componente ruso de la estación y “en estos momentos la estación está en su orientación normal” y todos sus sistemas “operan normalmente”.
Te recomendamos:
- Iglesias respaldan vacunación contra el COVID-19
- ¿El gobierno te puede obligar a vacunarte contra el COVID-19?
- Paro en Muelle de San Juan podría aumentar precios en supermercados y farmacias
La NASA dijo el jueves que el incidente movió la estación 45 grados — un octavo de circulo — pero que el complejo no sufrió daños ni peligro para la tripulación.
El incidente forzó a la NASA a aplazar una nueva prueba de vuelo para una cápsula de tripulantes de Boeing que estaba planeada para el viernes desde Florida.
Iba a ser el segundo intento de Boeing de alcanzar la estación de 400 kilómetros de altitud antes de colocar astronautas a bordo. Problemas de software obligaron a suspender el primer intento.
El laboratorio espacial Nauka arribo a la estación el jueves, ocho días después de su lanzamiento desde Baikonur, Kazajistán.