Miles de personas marcharon el sábado en París y otras ciudades francesas para protestar contra el mandato de vacunas para trabajadores de salud y otros y certificados de COVID-19 que serán requeridos para entrar a restaurantes y otros sitios.
Una marcha en Paris encabezada por un político ultraderechista atrajo a una muchedumbre enfurecida por nuevas reglas decretadas por el presidente Emmanuel Macron esta semana.
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Los manifestantes corearon “¡Libertad!” y llevaban carteles que denunciaban a Macron y lo que llamaron una “dictadura médica”. Se realizaron protestas similares también en Estrasburgo, Lille, Montpellier y otras partes del país.
Las medidas anunciadas por Macron buscan frenar la diseminación de la variante delta del coronavirus y proteger a los hospitales de una nueva avalancha de infectados.
Macron ordenó que todos los trabajadores de salud estén vacunados para el 15 de septiembre y anunció que se requerirán pases especiales de COVID-19 en todos los restaurantes, bares, hospitales, centros comerciales, trenes y aviones. Para obtener el pase, que serán necesarios a partir del mes próximo, las personas deberán estar plenamente vacunadas, haberse recuperado recientemente del virus o tener una prueba negativa.
Las medidas han hecho que numerosas personas se registren para vacunarse en días recientes, pero también han generado furia entre algunos grupos.
En tanto el gobierno anunció controles fronterizos más estrictos a partir del domingo, pero dijo también que permitirá el ingreso de viajeros vacunados de cualquier parte del mundo. Eso incluye a quienes han recibido la vacuna de AstraZeneca producida en India.
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Esa decisión se produjo luego de críticas en el mundo de que el certificado de COVID-19 de la Unión Europea solamente reconoce las vacunas de AstraZeneca producidas en Europa.
Varios otros países de la UE reconocen ya la vacuna india, que es usada en Gran Bretaña y en países africanos. La variedad de reglas de país a país ha complicado más la temporada de viajes de verano.