Un condado rural en el norte de Michigan solicitó el martes el permiso del estado para realizar el recuento de sus papeletas de las elecciones presidenciales de 2020 y para contratar a una empresa externa para buscar pruebas de manipulación de las máquinas de votación.
La Junta de Comisionados del condado de Cheboygan votó 4-3 a favor de enviar una carta al director electoral del estado en la que se solicita un recuento manual de las papeletas y una comparación de los resultados con aquellos reportados después de las elecciones del 3 de noviembre. El expresidente Donald Trump ganó el condado con una mayoría del 64%, pero perdió a nivel estatal ante Joe Biden por 154.000 votos, o 2,8 puntos porcentuales.
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La junta propuso contratar a un “auditor electoral acreditado” para que examine si el equipo de votación del condado había estado “en comunicación con algún equipo no autorizado y si hay alguna prueba de que alguna computadora no autorizada haya manipulado realmente” los votos.
“Como comisionados, hemos escuchado a muchos de nuestros constituyentes expresar sus inquietudes y dudas” sobre las elecciones, señala la carta firmada por el presidente de la junta John Wallace. “Creemos que tenemos la responsabilidad de abordar estas inquietudes y dudas”.
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El sistema electoral de Michigan es supervisado por la secretaria de Estado Jocelyn Benson, quien es demócrata. La oficina de Benson revisaría la misiva y respondería a la comisión, señaló la portavoz Tracy Wimmer.
Benson ha dicho que 250 auditorías realizadas después de las elecciones en todo el estado han demostrado que los comicios fueron “justos, seguros y precisos, y que los resultados reflejan la voluntad del electorado de Michigan”.
Mientras tanto, un representante estatal presentó una iniciativa que propone una auditoría estatal de las elecciones de 2020 por parte de un grupo externo. El lunes, un grupo conservador pidió al Senado de Michigan, de mayoría republicana, que realizara una revisión.
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Trump y sus simpatizantes en varios estados han planteado sospechas infundadas de fraude electoral y teorías de conspiración desacreditadas, en un intento por poner en duda la victoria de Biden. El resultado de las elecciones ha sido certificado por las autoridades locales y estatales, así como por el Congreso, y las demandas que buscaban anularlo han sido rechazadas por más de 60 tribunales.
Un abogado de Detroit que apeló la desestimación de una impugnación de la derrota de Trump en Michigan se ofreció a proporcionar auditores de forma gratuita para examinar las máquinas de votación del condado de Cheboygan.
La propuesta provocó un fuerte debate en el condado. Sus partidarios alegaron que aún hay preguntas sin responder sobre las elecciones, repitiendo las acusaciones sobre problemas de seguridad planteadas por los simpatizantes de Trump en otras partes del país, incluido en el condado de Maricopa, en Arizona. Los opositores de la propuesta señalaron que no había hechos que sustenten sus afirmaciones.
“La gente ha intentado explotar a nuestro condado, tratando de persuadirnos para realizar una auditoría cuando no hay absolutamente ningún indicio de que hubo fraude”, dijo Owen Goslin, miembro de un grupo activista llamado Center for Change Northern Michigan.
