La principal avenida de La Habana amaneció el lunes con una bandera cubana gigante ondeando junto con otra multicolor que representa la diversidad sexual para marcar el Día Internacional contra la Homofobia y en paralelo se prepara un nuevo Código de Familias que podría aprobar el matrimonio gay.
Los transeúntes se sorprendieron y tomaron fotos o selfis de la Calle 23 con su espectacular vista al mar. Este lugar fue el elegido para instalar las insignias en la parte frontal del Ministerio de Salud y como parte de las jornadas que se llevan a cabo a favor del respeto a la comunidad.
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“Estoy muy emocionado de pasar por 23, La Rampa y encontrarme la bandera multicolor que representa a las personas LGBTI y justo al lado de nuestra bandera cubana y que estén ondeando las dos juntas”, dijo a The Associated Press, Julio Vicente Serrano, de 33 años y dueño de una casa de arrendamiento para turistas.
“Estoy muy emocionado de pasar por 23, La Rampa y encontrarme la bandera multicolor que representa a las personas LGBTI y justo al lado de nuestra bandera cubana y que estén ondeando las dos juntas”.
Las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia que se celebran desde hace 14 años, solían contar con una “conga” que recorría las calles, ciclos de conferencias y paneles, así como eventos culturales. No obstante, en este año, debido a la pandemia del nuevo coronavirus, se debió suspender la manifestación y el resto de las actividades se programaron -del 4 al 21 de mayo- de manera virtual.
Actualmente la isla enfrenta una abierta polémica sobre la legalización o no del matrimonio igualitario, que se hizo patente a partir de 2019 cuando comenzaron los debates públicos de la Constitución en vigor desde ese año.
En el proyecto original de Carta Magna se incluía la posibilidad de este tipo de uniones gays pero tras las discusiones ciudadanas en los barrios y centros laborales, los legisladores modificaron el artículo correspondiente indicando que la autorización para matrimonios de personas del mismo sexo y el alcance de los mismos serían materia para el Código de Familias que se aprobará .
La principal resistencia está encabezada por algunas iglesias evangélicas cubanas.
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Mariela Castro, diputada, directora del Centro de Educación Sexual (Cenesex) e hija del expresidente Raúl Castro y quien lidera la jornadas contra la homofobia, se mostró satisfecha con la colocación de ambas banderas al frente del Ministerio de Salud. “Todos los derechos para todas las personas están simbolizado en esas dos banderas”, dijo a la AP mientras tomaba fotografías de las insignias.
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“Siempre en cualquier cosa que se hace, hay gente que no está de acuerdo y gente que no le gusta y gente que se alegra y gente que está molesta, pero es un mensaje muy claro, de la voluntad política consensuada, explícito de que el Partido Comunista de Cuba, el Estado y el gobierno están desarrollando una política en favor de los derechos de las personas LGTBI en nuestro país”, señaló Castro.
Se espera que el Código de Familias se presente a la Asamblea Nacional del Poder Popular en el mes de julio, cuando se definirá el cronograma de un referéndum para ponerlo a consideración de la población. Castro forma parte de la comisión revisora del proyecto.
La colocación de las banderas juntas y la posibilidad de la legalización de las uniones de personas del mismo sexo fue rechazada por algunas personas. “Dios creó al hombre varón y sacó de la costilla del hombre una mujer. E hizo al hombre para la mujer y a la mujer para el hombre”, dijo con tono molesto el pastor Fernando de 53 años. “Ese matrimonio no es aprobado por Dios, por eso la humanidad, el mundo, está como está”.
El reverendo Moisés de Prada, líder de la Asamblea de Dios, unas de las instituciones pentecostales más numerosas, llamó a sus feligreses a enviar cartas al despacho del presidente Miguel Díaz-Canel protestando por el nuevo Código de Familias y en defensa de lo que llamó “el plan original de Dios” o sea las uniones heterosexuales.
En una comparecencia reciente, Castro mostró una encuesta realizada en 1988 en la cual solo el 23% de los cubanos entrevistados apoyaban el reconocimiento de los derechos LGBTI, contra el último sondeo realizado en 2016 y según el cual el 77% de las personas entre 15 y 74 años se mostraron a favor.