El gobierno de Estados Unidos anunció el lunes que no realizará detenciones rutinarias de inmigración en los centros de vacunación contra el coronavirus.
Los sitios de vacunación serán considerados “lugares delicados” y en general los agentes de migración no realizarán arrestos en ellos, informó en un comunicado el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés)
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Señaló que las detenciones sólo se llevarán a cabo bajo “la más extraordinaria de las circunstancias”.
El anuncio es un nuevo ejemplo del enfoque más transigente en torno a la inmigración ilegal que ha adoptado el gobierno del presidente Joe Biden, el cual ha actuado con rapidez para revertir las principales políticas de inmigración de su predecesor.
En el comunicado, el DHS dijo que alienta a todos, “independientemente de su estatus migratorio”, a que reciban la vacuna cuando sean elegibles, y destacó que la agencia y sus socios federales “apoyan por completo el acceso igualitario a las vacunas contra el COVID-19 y los centros de distribución de la vacuna para inmigrantes indocumentados”.
El DHS también supervisa a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés), la cual está colaborando con otras dependencias del gobierno federal para instalar centros de vacunación en todo el país.
El gobierno estadounidense ha considerado las clínicas de salud, así como las escuelas y los lugares de culto, como lugares delicados donde regularmente no llevaría a cabo arrestos. Con el paso de los años, eso ha provocado que algunas personas se refugien en iglesias para evitar ser deportados.
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