La historia de una mujer británica ha dado vuelta al mundo, por la crueldad de una negligencia médica, que la terminó dejando estéril.
Después de cuatro meses continuos, Dafina Malovska acudió a su médico de cabecera debido a una molesta inflamación en su abdomen. Tras su visita, la británica de 34 años no recibió indicaciones de exámenes específicos ni de diagnóstico por imágenes, pero sólo fue remitida al gastroenterólogo.
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Así el especialista indicó que la mujer tenía problema de estreñimiento y de intolerancia al gluten.
Pero un año más tarde, la mujer decidió acudir a una consulta ginecológica privada, en donde varios exámenes indicaron que tenía un tumor en el útero.
Ese diagnóstico llevó a la peor noticia: el cáncer se había extendido a los ovarios y había que practicar una histerectomía.
Al momento de la intervención quirúrgica, el bulto que sacaron de su útero era de aproximadamente medio kilo y a raíz de eso, quedó estéril.