La campaña de vacunación contra el COVID-19 ha comenzado en Estados Unidos y las escasas dosis disponibles son principalmente para los trabajadores de la salud y los residentes de casas para ancianos, ¿pero qué sucederá entre enero y marzo, cuando se prevé que habrá más dosis disponibles? ¿Para quiénes serán esas dosis?
Un panel federal de expertos en inmunización abordará esas preguntas durante una reunión de emergencia el fin de semana. Cualquiera que sea su decisión, habrá diferencias entre un estado y otro.
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Los panelistas se inclinan por dar prioridad a los “trabajadores esenciales” porque los conductores de autobuses, los empleados de las tiendas de comestibles y otros similares no pueden trabajar desde sus casas. Son los que se contagian con mayor frecuencia y los sectores donde la desigualdad racial surge más a la vista.
Pero otros expertos dicen que la prioridad debe ser para personas mayores de 65 años o las que padecen ciertos trastornos de salud. La mortalidad en estos sectores es la más alta, dicen.
El grupo prevé analizar la vacuna fabricada por Moderna el sábado y votar sobre la propuesta el domingo.
“Creo que sabemos que no va a ser perfecto. No tenemos vacunas para todos de inmediato, de manera que tendremos que tomar decisiones difíciles”, dijo Claire Hannan, directora ejecutiva de una organización que representa a los jefes de los programas de vacunación estatales.
Si los próximos serán los trabajadores esenciales, los estados tienen distintas ideas acerca de quiénes son éstos.
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Por ejemplo, en Nevada, el personal docente y de atención de los niños tendrá prioridad sobre los trabajadores del transporte público, de acuerdo con el plan de vacunación vigente. Después están los trabajadores agrícolas y de la alimentación, seguidos por los ventas minoristas y los servicios públicos.
En Dakota del Sur, los maestros podrían recibirla antes que los trabajadores del transporte y la alimentación. En Arkansas, la lista de trabajadores esenciales incluye docentes, guardias penitenciarios, policías, trabajadores de procesadoras de carne y alcaldes.
El consejo del panel de expertos —el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización— recibe casi siempre el respaldo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés). Así sucedió a principios de mes cuando el grupo dijo que debían tener prioridad los trabajadores de la salud y los residentes de los hogares para ancianos para recibir los 20 millones de dosis iniciales.
Pero no está claro si sucederá lo mismo en la próxima etapa. El director de los CDC, el doctor Robert Redfield, ha dicho que deben tener prioridad los mayores de 70 años que viven con hijos o nietos.
El presidente del comité asesor, doctor José Romero, dijo a The Associated Press que conocía las declaraciones de Redfield, pero no había hablado con él.
Redfield se negó a responder si daría prioridad a los mayores sobre los trabajadores esenciales, aunque el panel recomiende lo contrario. “Espero escuchar la discusión del grupo asesor y recibir su recomendación para estudiarla”, dijo en una declaración enviada por correo electrónico a la AP.
Los estados no están obligados a seguir las recomendaciones.
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La mayoría aplicó la recomendación de los trabajadores de la salud y los residentes de casas de ancianos, pero hubo algunas excepciones. Utah dijo que los ancianos debían esperar turno después de los trabajadores de la salud, no junto con ellos. Massachusetts incluyó a los presos y los indigentes, en tanto Nevada, Nueva Hampshire y Wyoming hicieron lo mismo con los policías.