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Niños anhelan clases en medio de miedos por COVID en Europa

Después de meses en aislamiento forzado, muchos regresan a sus aulas con la preocupación de padre y maestros de que surja un nuevo repunte de casos.

Esta fotografía del lunes 31 de agosto de 2020 muestra un señalamiento con la frase "mascarillas son obligatorias" en belga en una escuela preparatoria de Amberes, Bélgica. (AP Foto/Virginia Mayo) (Virginia Mayo/AP)

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En un mundo que fue puesto de cabeza por la pandemia de coronavirus, rara vez tantos niños habían disfrutado el fin de las vacaciones de verano, y rara vez tantos profesores habían enfrentado un nivel de ansiedad tan alto en momentos en los que las escuelas se preparan para arrancar un nuevo año escolar en gran parte de Europa a partir del martes.

Las vacaciones de verano de este año se vieron afectadas por la pandemia, por las medidas de distanciamiento social y el aislamiento forzado que impidió convivir con los amigos, y se sumaron a meses de confinamientos y a una enseñanza a distancia dispareja desde que el COVID-19 llegó a Europa.

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Ahora, desde Bélgica hasta Rusia y desde Francia hasta Hungría, decenas de millones de niños volverán a reunirse en las aulas, gimnasios y los patios de recreo. Si bien es un momento alegre para los jóvenes, los padres de familia y los profesores están sumamente inquietos en torno a cómo eso aumentará las tasas de infecciones diarias del continente, que ya son mucho más altas de las que se registraron en mayo y junio debido a la propagación del virus durante reuniones familiares y vacaciones de verano.

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“Lo primero que haré en la escuela será saludar a todos y abrazarlos, porque estoy llena de amor”, dijo Eva Aldanova, de 10 años, quien volverá a su aula de cuarto grado en Moscú. “Le diré a todos que los extrañé mucho. ¡Y me voy a alistar para mi primera clase!”

Preparar las escuelas para esa primera clase ha sido un desafío a lo largo y ancho del continente, que a diferencia de otras latitudes, eligió las clases presenciales en lugar de impartirlas a distancia. Las instituciones deben tener desinfectantes, garantizar una mejor circulación del aire, contar con abundantes mascarillas y con formas para reducir las interacciones entre grupos grandes de estudiantes. Algunos profesores de idiomas incluso necesitarán mascarillas transparentes para que puedan mostrar a sus alumnos cómo pronunciar las palabras.

Una de las principales preocupaciones es si los estudiantes podrán portar mascarillas durante toda la jornada escolar. La Organización Mundial de la Salud dijo que los alumnos de 6 a 11 años deberían usar las mascarillas en situaciones en las que no puedan tener un distanciamiento social, y que los estudiantes de 12 años o más deberían portar las mascarillas como lo hacen los adultos.

Realmente nos preguntamos cómo será si pedimos a los estudiantes de todas las edades portar una o dos mascarillas todo el día”, comentó Luc Pirson, presidente de la asociación de padres de familia FAPEO, de Bélgica. “Hasta ahora, ningún adulto (profesores) ha tenido que usar una mascarilla por ocho horas seguidas. Así que realmente esperamos que los maestros y las direcciones hagan espacio en el horario para permitir que los estudiantes respiren normalmente”.

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Todo esto pone de relieve lo que la oficina de la OMS en Europa llamó el lunes “la mayor alteración a los sistemas educativos de la historia”.

Los países a lo largo y ancho del continente, que ha registrado más de 209.500 muertes a causa del coronavirus, ya están teniendo problemas para contener una nueva ola de infecciones y están desesperados por evitar que la reapertura de las escuelas empeore la situación. Las autoridades han colocado al 20% de las regiones de Francia en zona roja por la propagación local del virus.

La OMS dijo que los extendidos cierres escolares han afectado la salud mental y el desarrollo social de los niños y que esos efectos podrían persistir durante años. Una buena educación a distancia depende de que los estudiantes tengan computadoras, conexiones inalámbricas y un lugar dedicado en casa para aprender, cosas que los niños en situación de pobreza a menudo carecen. Los expertos señalaron que los confinamientos a causa del coronavirus han ampliado la brecha educativa que ya existía entre los estudiantes adinerados y los pobres.

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