Una enorme explosión sacudió el martes el centro de Beirut, destruyendo gran parte del puerto, dañando edificios, y rompiendo ventanas y puertas mientras una enorme nube de humo en forma de hongo se elevaba sobre la ciudad. Por lo menos 60 personas fallecieron y más de 3.000 resultaron heridas, informaron las autoridades y añadieron que hay cuerpos que están enterrados bajo los escombros.
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Horas después, las ambulancias seguían trasladando a los heridos mientras helicópteros del ejército ayudaban a combatir los incendios en el puerto.
La repentina devastación abrumó a un país que ya lidiaba con la pandemia de coronavirus y con una crisis económica. Los hospitales de Beirut rápidamente excedieron su capacidad, pidieron suministros de sangre y generadores para seguir funcionando.
De momento se desconoce la causa de la explosión, la cual provocó incendios, volcó automóviles y destrozó ventanas y puertas.
Abbas Ibrahim, director de la Seguridad General Libanesa, dijo que pudo haber sido causado por un material altamente explosivo que fue confiscado de un barco hace algún tiempo y almacenado en el puerto. La cadena de televisión local LBC informó que el material era nitrato de sodio.
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Algunos testigos reportaron haber visto una extraña columna de humo de color naranja sobre el sitio luego de la explosión. A menudo, las nubes anaranjadas de dióxido de nitrógeno acompañan una explosión que involucra nitratos.
Un funcionario del gobierno de Israel dijo que su nación “no tuvo nada que ver” con la explosión. Habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado para discutir el asunto con los medios. Los funcionarios israelíes generalmente no comentan sobre “informes extranjeros”.
El incidente fue impactante, incluso para una ciudad que ha sido golpeada por guerra civil, ataques suicidas con explosivos y bombardeo israelí. La detonación se escuchó y sintió en sitios tan alejados como Chipre, que está ubicado al otro lado del mar Mediterráneo.
El ministro de Salud Hassan Hamad dijo que la cifra preliminar de muertos era de 60 y que más de 3.000 personas habían resultado heridas. Los equipos de emergencia acudieron de todas partes del Líbano para ayudar y los heridos tuvieron que ser trasladados a hospitales fuera de la capital.
Algunos de los heridos yacían sobre el suelo en el puerto, dijeron miembros de The Associated Press que se encontraban en el lugar de los hechos. Un funcionario de protección civil comentó que todavía había cuerpos dentro del puerto, muchos de ellos bajo los escombros.
El gobernador de Beirut, Marwan Abboud, comenzó a llorar mientras recorría el sitio, diciendo: “Beirut es una ciudad devastada”.
Al principio, un video grabado por unos residentes mostraba un incendio en el puerto que arrojaba una enorme columna de humo, iluminada por destellos de lo que parecían ser fuegos artificiales. Las cadenas de televisión locales reportaron que un almacén de fuegos artificiales estaba involucrado.
Luego el fuego al parecer se extiende a un edificio adyacente, dando pie a una explosión más grande.