Opinión

Evidencia contundente

Lee aquí la columna del representante del Partido Independentista Puertorriqueño.

Denis Márquez | Columnista

Como parte de nuestro trabajo legislativo de estudio y análisis del sistema de salud de Puerto Rico, tuvimos la oportunidad de revisar, junto a nuestro equipo de trabajo, el informe de la investigación realizada por los economistas, doctores Ramón Cao y José Julián Cao, titulado Un Estudio Económico de las Compañías de Seguros de Salud y sus Proveedores de Servicios para Identificar Posibles Enmiendas a la Regla Núm. 91 de la Oficina del Comisionado de Seguros de Puerto Rico.

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Las conclusiones del estudio son contundentes: se confirma empíricamente, y sin lugar a dudas, que en Puerto Rico existe en mercado oligopólico en la industria de planes médicos. Existe oligopolio cuando dos o más productores o proveedores de servicios se ponen de acuerdo para controlar el mercado. Como son pocos, tienen la capacidad para determinar los precios a los cuales pagarán a los proveedores de servicios de salud, como médicos, farmacias, laboratorios clínicos, hospitales, etc., lo que les permite obtener ganancias exorbitantes, muy por encima de lo que sería un mercado de competencia perfecta.

Las ganancias y el control de ese mercado oligopólico contrasta con la poca capacidad de negociación que tienen los proveedores para lograr beneficios frente a las aseguradoras. Los autores recomiendan enmendar la Regla 91 del Código de Seguros para restarle poder oligopólico a las aseguradoras, de tal manera que se obtengan beneficios justos, tanto para los proveedores de servicios como para los pacientes.

No debemos perder de vista que la Regla 91 no ha producido ni una sola negociación con las aseguradoras, lo que se traduce en que estas imponen las compensaciones que les da la gana a todos los proveedores de servicios. Este es otro claro ejemplo de lo que hemos denunciado constantemente: el poder de las aseguradoras y el afán lucro por encima del derecho humano a la salud, con las terribles consecuencias en el incremento en los costos de los servicios, los obstáculos en la aprobación de terapias y tratamientos médicos, la emigración de los profesionales de la salud, y el detrimento del bienestar de nuestro pueblo.

La meta final tiene que ser la transformación del sistema de salud en uno universal con pagador único, como lo proponemos en nuestro proyecto de Plan Nacional de Salud.

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