Opinión

Jesús Manuel Ortiz: Mensaje alto, claro y contundente

Lee aquí la columna del representante del Partido Popular Democrático.

Jesús Manuel Ortiz | Columnista

La esperada Asamblea de Reglamento del PPD habló con la contundencia que todos esperábamos. Para recordar brevemente, la Junta de Gobierno aprobó en octubre eliminar la elección para escoger un Presidente, otorgarle poderes presidenciales a un Comité Ejecutivo de 9 personas, eliminar las posiciones de Presidente y Vicepresidentes y extender el término del actual Presidente hasta diciembre de 2023.

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De inmediato nos dimos a la tarea de dar una batalla que definiría el rumbo de nuestro partido con el único propósito de fortalecer la institución.Nuestra lucha se centró particularmente en tres puntos; restituir el derecho al voto de los populares por su Presidente, la eliminación de un Comité Ejecutivo con poderes presidenciales reestableciendo las posiciones de Presidente y ambas vicepresidencias, y derrotar la autoextensión del término del Presidente hasta diciembre de 2023.

El pasado domingo, las delegadas y delegados populares llegaron a Puerta de Tierra listos para derrotar las erradas propuestas, demostrándonos que el PPD le pertenece a su base y dejando claro cuáles son los pasos que necesitamos tomar como institución para ser viables en la próxima elección. El resultado fue exactamente el que reclamábamos: elegiremos un Presidente el próximo 7 de mayo de 2023, no habrá Comité Ejecutivo con poderes presidenciales, se mantienen las vicepresidencias de la institución y no se aprobó una extensión de término hasta diciembre de 2023 sin el voto directo de los populares.

Esta histórica determinación de la Asamblea demostró que la base popular estaba lista para sacudir los cimientos de la sede del PPD y llevarse de por medio todo lo que encontrara con su onda expansiva. Ahora corresponde elegir un Presidente e iniciar el trabajo para colocar al PPD a la altura de lo que el país espera. El pasado domingo, sin lugar a dudas, ganó el Partido Popular Democrático pues, sin emitir un voto de urna, se respetó la voluntad de nuestra base. Su mensaje fue alto, claro y contundente.

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