Opinión

Opinión de Rosa Seguí: Los servicios esenciales deben ser públicos

Lee aquí la columna de la representante en este espacio del Movimiento Victoria Ciudadana.

Rosa Seguí | Columnista

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La tragedia ocurrida en el Hospital Universitario es consecuencia de las políticas de austeridad impuestas por la Junta de Control Fiscal y por el gobierno de Puerto Rico en tres instituciones vitales para el país: la Universidad, la Salud y la Energía. Mediante políticas de gobiernos PNP y PPD, y de la Junta, le han arrebatado a la Universidad de Puerto Rico más de la mitad de su presupuesto. Ese presupuesto inadecuado incluye al Hospital Universitario. La falta de energía provocó la situación de emergencia en el Hospital de la Universidad, institución sobrecargada de responsabilidad debido a otra de esas políticas: la privatización de la salud. LUMA Energy no atendió la falta de energía del Hospital Universitario con la urgencia que ameritaba. La diferencia fundamental entre una empresa pública y una privada es su esencia, su razón de ser. Una empresa pública tiene como objetivo satisfacer alguna necesidad social, garantizar un derecho humano. Una empresa privada tiene como objetivo central de su gestión obtener y maximizar sus ganancias. No porque sean malvadas, sino porque esas son las reglas del juego en este sistema. Por eso, los servicios esenciales, por ejemplo, deben ser públicos.

Eso sí, el servicio público debe transformarse profundamente. Pero esa transformación no es la que promueve la Junta, no se trata de privatización, subcontratación, ni de suntuosos planes técnicos bajo la dirección de empresas de asesoría, sean estas nacionales o multinacionales. La transformación que necesita el servicio público debe contar con la participación democrática de las personas que son usuarias de los servicios que provee la agencia de la cual se trate y las trabajadoras y los trabajadores, nuestras servidoras y servidores públicos.

Podemos transformar el servicio público y revertir su privatización. Ya en el pasado el gobierno ha tenido que dejar sin efecto contratos de privatización como por ejemplo con la AAA y también con las cárceles, porque no funcionó. Se ha hecho en el pasado y se debe volver a hacer con LUMA, porque no funciona. Solo hace falta voluntad para dejar sin efecto el contrato.

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