Seis semanas después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos anulara Roe v. Wade, poniendo fin a una garantía nacional del derecho al aborto que había prevalecido durante medio siglo, los efectos de dicha decisión la política a nivel nacional continúan sintiéndose, sobre todo afectando negativamente las posibilidades electorales de los candidatos republicanos.
Desde el momento en que se emitió la decisión, los republicanos han ido perdiendo la ventaja que sostenían en enero en las encuestas que preguntan a los votantes qué partido preferían que controlara el Congreso. Numerosas encuestas durante el último mes han mostrado una ligera ventaja demócrata en esa pregunta, incluida una efectuada en el estado de New Jersey publicada la semana pasada que mostró que los votantes registrados favorecían a los demócratas sobre los republicanos en un 49% a 46%.
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En las carreras por el Senado y la gobernación en varios estados, los demócratas han tomado la delantera y también han acumulado grandes ventajas en la recaudación de fondos. Hasta los pésimos índices de aprobación del trabajo del presidente Biden han mostrado un pequeño repunte.
Ciertamente, el aborto no es el único factor que afecta las encuestas; los precios de la gasolina han caído constantemente desde mediados de junio, lo que puede haber aliviado las preocupaciones sobre la economía. Los demócratas han logrado avances en objetivos legislativos estancados desde hace mucho tiempo, lo que puede haber movilizado a los votantes del partido; y en algunas elecciones pasadas, los resultados de las encuestas sobre el control del partido en el Congreso se desviaron hacia el partido del presidente en el verano, solo para volver a cambiar en el otoño.
Pero no hay duda de que la decisión del Tribunal Supremo ha jugado un papel importante en el giro que ha dado el panorama político. Eso quedó claro incluso antes del referéndum del martes pasado en Kansas en el que una enmienda constitucional estatal propuesta que habría permitido a los legisladores prohibir los abortos fue derrotada contundentemente. La derrota por 18 puntos porcentuales en un estado conservador en un evento electoral que contó con un alto nivel de participación sorprendió a los estrategas de ambos partidos y cambió las expectativas para las campañas de medio termino.
El lograr que el tema del derecho al aborto sea central en las campañas será clave para que los demócratas puedan sostener el giro en el ambiente político que se está viendo actualmente.
El hecho de que la gente se haya expresado rotundamente a favor del derecho al aborto en un referéndum no significa que los votantes elegirán necesariamente candidatos demócratas que estén a favor del derecho al aborto en lugar de republicanos que estén en contra del aborto. Cuando le pides a la gente que vote a favor o en contra en un referéndum, solo votan sobre ese tema. Por el contrario, en noviembre, los votantes se enfrentarán a la elección de un candidato republicano o un candidato demócrata. Por ende, el aborto no ser el único tema que considerarán. Sin embargo, la tarea de los demócratas será hacer que tantas contiendas como puedan se parezcan lo más posible a los referéndums sobre el derecho al aborto.
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Aún si tienen éxito, pocos votantes republicanos cambiarán de bando (los votantes del llamado corazón del rollo rara vez lo hacen), pero hacer que el tema sea más relevante en la campaña podría lograr un aumento en los niveles de participación, especialmente entre los demócratas más jóvenes, y ganarse a los votantes indecisos.
Los republicanos esperan mantener a los votantes enfocados en la economía y confían en que los votantes que desaprueban la presidencia de Biden se inclinarán nuevamente hacia el Partido Republicano en el otoño. En algunos estados, también han tratado de presentarse con cierta flexibilidad en cuanto al tema del derecho al aborto y pintan a sus oponentes demócratas como fanáticos a favor del aborto bajo cualquier circunstancia.
Los demócratas, sin embargo, tienen un aliado oculto al presentar a los republicanos como el partido más extremista sobre el aborto: los votantes de las primarias republicanas. Solo una minoría bastante pequeña de votantes apoya la prohibición del aborto en todos los casos. Esa minoría, sin embargo, juega un papel importante en las primarias republicanas, y este año, el Partido Republicano ha elegido candidatos en varios estados importantes que prohibirían los abortos con pocas excepciones, si alguna.
Queda por verse si el giro a favor de los demócratas que aparenta haber desatado la decisión del Supremo mantiene el momentum corriente durante los 3 meses que restan para los comisiones electorales. Solo el tiempo nos dirá.