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Opinión Rosa Seguí: Una mayoría senatorial prohíbe a las mujeres decidir sobre sus vidas y cuerpos

Lee aquí la columna de la representante en esta sección de Movimiento Victoria Ciudadana.

El Senado de Puerto Rico aprobó el martes, en horas de la noche, el proyecto 693 que pretende prohibir el aborto en Puerto Rico. Sí, la intención –que no es escondida por sus autoras- es prohibir el aborto imponiendo las creencias morales y religiosas de un grupo de derecha de los partidos PNP, PPD y PD y contrario a las expertas en salud, medicina, ciencias y del derecho. Por más que sus defensoras y autoras intenten repetir que “cinco meses es tiempo suficiente” para que una persona “decida” terminar su embarazo, la realidad que vivimos es otra. De las situaciones de violencia nadie puede optar por escapar antes del término de cinco meses. Esto es absurdo.

Sin embargo, legisladoras como Rodríguez Veve, Rivera Schatz, Matías y el presidente del Senado Dalmau están totalmente desconectadas de la realidad, de las necesidades y de los problemas que a diario enfrentan las mujeres y por eso insisten en prohibir el aborto. Es importante recordar que Rivera dijo que, si hubiera sido su decisión, él no le hubiera permitido ni un minuto de tiempo a quienes fueran a deponer a las vistas públicas a hablar en defensa del derecho fundamental a la salud y a la intimidad.

En Puerto Rico los casos de violencia de género y de violencia doméstica contra las mujeres, incluyendo feminicidios, van aumentado cada año. Esto incluye la violencia sexual, secuestros, agresiones físicas, violencia económica, amenazas de muerte y de hacerle daño a las hijas y familiares. Puerto Rico atraviesa una violencia de género particularmente contra las mujeres empobrecidas, inmigrantes, negras y de la comunidad LGBTTIQA+. A estas personas les reitero que son valiosas, que importan y que merecemos mucho más que lo que la mayoría conservadora del Senado les ofrece. Para cambiar las cosas en Puerto Rico, debemos prestar más atención a quienes elegimos a la legislatura y no solamente la figura del a gobernación. Organicémonos y movilicémonos hacia la defensa y ampliación de nuestros derechos y libertades democráticas. ¡No al PS 693!.

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