El mes pasado, un grupo de congresistas dio a conocer el borrador de un proyecto para viabilizar un plebiscito en el que el pueblo de Puerto Rico tendría como opciones la independencia, la libre asociación o la anexión. Aunque, desde el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) anticipamos escollos en el camino para que la medida se convierta en Ley, el hecho de que por primera vez el Congreso considere un proyecto que busque superar la actual condición territorial es un paso de avance. Se trata de la primera vez en la historia que el Congreso considera un proyecto que excluye al Estado Libre Asociado, la colonia, para atender el tema del estatus. Ello constituye un histórico e importantísimo avance hacia nuestra descolonización, y un reconocimiento de que el problema no puede ser la solución, no puede la esclavitud política ser una alternativa de futuro.
Aproximadamente un mes después de dicho anuncio y, como todos los años, el Comité de Descolonización de la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU), atendió el caso colonial de Puerto Rico, al que compareció el compañero Juan Dalmau Ramírez en representación del PIP. Reafirmamos ante el foro internacional nuestro derecho inalienable a la libre determinación e independencia -tal y como fue aprobada la Resolución- y nuestra posición de la obligación descolonizadora de Estados Unidos cuyo régimen de subordinación política y económica sobre Puerto Rico, constituye una incuestionable violación a los derechos humanos, civiles y políticos de nuestro pueblo.
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De igual forma, insistimos en que la ONU examine el caso colonial de Puerto Rico ante la Asamblea General del organismo. Como expusiera el compañero Juan, “ello generaría una poderosa y eficaz presión moral y jurídica sobre los Estados Unidos para que el Congreso y el gobierno de ese país no pudieran continuar utilizando pretextos y excusas para permanecer en flagrante incumplimiento de sus obligaciones descolonizadoras bajo el derecho internacional”.
Nos corresponde a las fuerzas descolonizadores del país continuar insistiendo en un proceso que nos permita trascender nuestra condición colonial, presionar a Estados Unidos para que asuman su responsabilidad y que la comunidad internacional continue apoyando y exigiendo el derecho de Puerto Rico a su libre determinación e independencia.