En Puerto Rico la inmensa mayoría de las personas que participan de la actividad laboral son asalariadas, unido a esto tenemos muchísimas personas que por diversos factores no están activos en el empleo y dependen de programas de asistencia del Gobierno. Durante años en el empleo público no hubo aumentos de sueldo, luego de la presión social múltiples sectores han comenzado a recibirlos. En el ámbito privado, recientemente se aumentó el salario mínimo.
Mientras tanto el denominado costo de la vida continúa en aumento sostenido, afectando adversamente a miles de familias pues dicho incremento no es simultáneo con los aumentos salariales. De manera constante, por ejemplo, el combustible encarece y, siendo Puerto Rico desgraciadamente un país en el que el “individualismo en la transportación” es la orden del día, el modelo de transportación pública colectiva es casi inexistente, por lo cual la adhesión a uso del automóvil para todos los ámbitos del diario vivir resulta imprescindible y el aumento del combustible y peajes impactan significativamente los bolsillos de las familias.
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Datos recientes demuestran el aumento constante en la canasta de alimentos, demostrando una vez más el fracaso del Gobierno en el desarrollo de una agricultura amplia y diversa a pesar de las importantes aportaciones -sin beneficios como las leyes 20/22- de nuestros agricultores y agricultoras a la economía del país que incluye a una nueva generación con nuevos modelos de siembra y producción agrícola.
Por otro lado, el modelo de salud privatizado y basado en el lucro, es otro renglón que afecta a miles de familias con el rechazo de las aseguradoras a autorizar tratamientos y medicamentos, el concepto del deducible que establece la necesidad del ingreso y la capacidad de pago para poder recibir servicios médicos.
La ausencia de planificación y de desarrollo económico en nuestra realidad colonial, la falta de poderes económicos y políticos para atender con nuevas políticas públicas el brutal aumento al costo de la vida, día a día pone en peligro la vida de muchas familias en nuestro país.
Seguiremos luchando para fomentar la construcción de una patria nueva, para una vida nueva y una nueva sociedad de libertad y justicia social y económica.
