Recientemente se radicó en la Cámara de Representantes el proyecto 1345, cuyo propósito es enmendar la Ley de Incentivos Económicos para el desarrollo de Puerto Rico. El Secretario de Hacienda anunció que Fortaleza radicará una medida similar, basada en el “acuerdo” entre el Tesoro de Estados Unidos y el gobierno de Puerto Rico, mediante el cual se permitirá que los impuestos pagados localmente por las empresas de aquel país continúen reclamándose como un crédito cuando dichas empresas radiquen la planilla federal.
El aspecto más preocupante del referido proyecto de ley es que, aunque se alude a la tasa contributiva sobre ingresos de 15% que la OECD ha propuesto a nivel global, y que ha sido aprobada por el gobierno de Estados Unidos, no se toma en cuenta que la forma en que se cobrará ese impuesto sobre los ingresos de una empresa que opere en nuestro suelo no ha sido decidida, precisamente, porque el Tesoro federal no ha determinado si será “el Tío Sam” quien lo recaude, o si se le permitirá a la colonia cobrarlo y retenerlo.
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Debido a lo anterior, existe incertidumbre en lo que concierne a la responsabilidad contributiva de las empresas manufactureras que operan en el país. No perdamos de vista que el próximo 31 de diciembre vence la Ley 154, mediante la cual Hacienda ha logrado recaudar aproximadamente el 20% de todos los impuestos que recibe en años fiscales recientes. Una pregunta fundamental es: ¿qué margen tendría Hacienda para cobrar impuestos a estas empresas, si Estados Unidos les cobra el 15%? A esta interrogante se añade otra: ¿logrará Puerto Rico recaudar entre $1,800 millones a $2,000 millones anuales, la cantidad que sustituye los recaudos que no se recibirán a partir de enero próximo, producto de la hasta ahora vigente Ley 154?
El escenario que describo dejaría a Puerto Rico en el limbo contributivo, si es que las interrogantes que planteo en este escrito no se aclaran lo antes posible. Desde nuestro espacio legislativo buscaremos clarificar el asunto e insistiremos, como siempre, en la urgente necesidad de encaminar un proceso de descolonización que nos permita trascender del limbo colonial.