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Opinión de Jesús Manuel Ortiz | El Impuesto al Sol: La próxima batalla

Lee la columna del representante por el Partido Popular Democrático, Jesús Manuel Ortiz.

Todos estamos de acuerdo en que Puerto Rico necesita centrar sus esfuerzos en viabilizar proyectos que hagan posible un sistema eléctrico solido, costoefectivo y que permita la inclusión de fuentes de energía renovable. El desarrollo económico del país depende en gran medida de ese sistema eléctrico que acabo de describir.

Sin embargo, recientemente ha salido a luz pública que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) continúa empujando un Acuerdo para la Reestructuración de la deuda (RSA) de la Autoridad de Energía Eléctrica (la cual se acogió al Título III de quiebra en virtud de la Ley PROMESA) en el cual se incluye un llamado “cargo de transición” que comenzaría en 2.768 centavos por kilovatio, hasta 4.552 centavos hasta el año 2044. Este cargo aumentaría nuestra factura mensual hasta $45 por mes y lo pagarían los abonados de la AEE y aquellos que generen su propia energía a través de sistemas solares. Este cargo sería adicional al aumento reciente de 16.8 % aprobado por costo de combustible y a otros cargos que en un futuro LUMA pudiera solicitar, como sucedió en 4 ocasiones en 2021.

Sin duda alguna, este “impuesto al sol”, además de buscar garantizar los pagos a los bonistas de la AEE y el cual la JSF le impondría una carga a todos los clientes que buscan la alternativa de generar y producir su energía por medio de la energía solar, representaría un golpe mortal al bolsillo del consumidor puertorriqueño. Más aún, este cargo atentaría contra la industria solar y amenaza con dejar rezagado al mercado de placas solares, baterías para el almacenamiento de energía, carros eléctricos, etc.

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Un dato importante en esta discusión es que la Ley de Política Pública Energética de Puerto Rico establece claramente la prohibición de este tipo de impuesto, por lo que sería necesario enmendar esta y otras leyes para la implementación de este mal llamado cargo de transición.

Quiero ser meridianamente claro: no prestaré mi voto para aprobar un impuesto al sol. Este impuesto sería nefasto para la gente, para la economía y para los esfuerzos de movernos cada más a fuentes de energía renovable.

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