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Opinión de Jesús Manuel Ortiz: Los dos caminos

Lee la columna del representante por el Partido Popular Democrático, Jesús Manuel Ortiz.

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Esta semana la jueza Laura Taylor Swain confirmó, tal y como se anticipaba, el Plan de Ajuste de la Deuda (PDA). Ese es sin duda uno de los eventos más trascendentales para Puerto Rico de cara al futuro. La confirmación de un PDA, por definición, significa que el fin de la difícil quiebra se acerca pues el documento establece el acuerdo de pago entre Puerto Rico y sus acreedores. El PDA es la guía que detalla cómo y cuánto se le pagará a cada acreedor. Al decir acreedor, incluimos a los bonistas, contratistas de gobierno, retirados y otros. Así de importante es.

Estoy seguro de que todos recuerdan la álgida discusión pública sobre el PDA que se dio en la legislatura. En ese momento, cada cual asumió su teoría de lo que podía representar el propuesto PDA para el futuro de la Isla. La gama de opiniones va desde los que aseguran que el documento es bueno y viable para Puerto Rico hasta los que pensamos que el mismo nos impone condiciones onerosas que ponen en peligro el futuro económico y social de nuestro país en unos años. Esa discusión era necesaria. Esas diferencias eran necesarias. Estoy seguro que las mismas lograron cambios importantes en el documento que no hubiesen existido si la dinámica legislativa no forzaba, como sucedió, esos cambios.

¿Y ahora que? Esa es la pregunta que muchos se hacen hoy. Desde mi punto de vista, el momento de establecer las diferencias sobre el documento ya pasó; y será el tiempo quien se ocupe de adjudicar quien tenía razón. De eso se trata esto. De lo que sí estoy seguro es de que la aprobación del PDA marca el inicio de uno de dos caminos. El comienzo del fin de la quiebra o el comienzo del camino hacia la segunda quiebra. Por el bien de esta patria que amamos, nos toca remar a todos y todas en la misma dirección para lograr que al final los resultados sean positivos. Esa tiene que ser la agenda: promover medidas de desarrollo económico, facilitar el desarrollo de empresas locales, garantizar servicios esenciales de calidad y adaptar nuestro sistema de educación a los tiempos, entre muchas otras acciones. Queda mucho trabajo por hacer.

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