Perú paralizó el lunes todas las cargas y descargas de petróleo que Repsol realizaba en el Pacífico frente a su refinería de Lima, donde se derramaron 11.900 barriles de crudo el 15 de enero.
La medida anunciada a periodistas por el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, se produce porque Repsol “no ha dado la certeza de que pueda afrontar un nuevo derrame” de hidrocarburos.
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Perú anunció que 24 playas del Pacífico están contaminadas y el área impactada por el petróleo es por el momento de 116 kilómetros cuadrados entre mar y tierra, una área poco más grande que París.
El ministro añadió que la empresa energética “no ha evidenciado acciones claras de limpieza y remediación frente a lo ya sucedido y se le ha solicitado la modificación del plan de contingencia”.
La empresa española tiene tres terminales marítimas frente a la refinería La Pampilla. El derrame petrolero ocurrió en la terminal número dos ubicada a 4,5 kilómetros mar adentro desde la orilla y el gobierno lo considera el “peor desastre” ambiental en la capital en los últimos tiempos.
En Perú funcionan siete refinerías, la más importante es La Pampilla, donde se refinan alrededor de 117.000 barriles diarios y alimenta de combustible a la capital.
Repsol dijo en un comunicado que no compartía la decisión por considerarla “desproporcionada e irrazonable”, pero indicó que colaborará para reanudar sus actividades lo antes posible.
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Perú prohibió la semana pasada salir del país por 18 meses a cuatro ejecutivos de Repsol mientras son investigados por el presunto delito de contaminación ambiental.
The Associated Press consultó al Ministerio de Energía sobre las medidas tomadas para afrontar la decisión de paralizar las cargas y descargas en la refinería La Pampilla, sin obtener una respuesta al momento. Los expertos afirman que por norma se deben tener almacenados 15 días de reservas.
La empresa recordó que su refinería abastece al 40% del mercado peruano de combustibles y que buscará “evitar el riesgo de desabastecimiento de productos esenciales” para el país. La Pampilla produce diésel, gasolina, gas licuado, turbo y residuales.