El paciente que recibió el primer trasplante de corazón de un cerdo continuaba recuperándose el martes, cuatro días después de la cirugía experimental.
Desde que recibió el órgano del animal, David Bennett había estado conectado a una máquina de derivación cardiopulmonar para ayudar a su nuevo corazón.
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El martes se desconectó de la máquina, según Deborah Kotz, una portavoz de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland.
“Todavía está en día a día y lo estará durante las próximas semanas”, dijo Kotz en un correo electrónico.
Bennett, de 57 años, recibió el trasplante altamente experimental el pasado viernes en el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Los médicos le trasplantaron el corazón de un cerdo que fue modificado genéticamente, como último recurso para salvar su vida.
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Por su condición —insuficiencia cardíaca y arritmia_, Bennett no era elegible para un trasplante de corazón humano o para una bomba cardíaca, dijeron los médicos.
Debido a la escasez de órganos humanos donados para trasplantes, los científicos han intentado dilucidar cómo utilizar órganos animales como alternativa. El corazón procedía de un cerdo que había sido modificado genéticamente para que sus órganos tuvieran menos probabilidades de ser rechazados por el cuerpo humano.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, que supervisa este tipo de cirugías experimentales, autorizó la intervención quirúrgica por “uso compasivo”, disponible cuando un paciente con una enfermedad que pone en peligro su vida no tiene otras opciones.