Desde que la empresa LUMA Energy entró en funciones para administrar el servicio de energía eléctrica en Puerto Rico, abonados han visto al menos tres alzas en su factura.
El primer incremento surgió a inicios de julio. En ese caso, la factura sufrió un alza de la tarifa de $11.90 o 7.6 por ciento.
Sin embargo, la primera solicitud al Negociado de Energía tomó lugar en agosto, cuando LUMA argumentó que los gastos de compra de combustible y energía comprada se desviaron del estimado por más de $20 millones.
En ese entonces, la empresa, bajo la justificación de que las ventas facturadas fueron inferiores por 4.8 por ciento de las proyecciones esperadas, solicitó que esa alza entrara en vigor a partir del 1 de septiembre.
No obstante, el Negociado denegó la petición debido a incongruencias con las tablas que compartió la empresa en un informe.
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Luego, a mediados de septiembre, LUMA solicitó otro aumento para el último trimestre del año de 16.14 por ciento o 2.49 centavos. Como parte de su solicitud, LUMA aseguró que había tenido pérdidas de más de $85 millones.
Esa petición, en cambio, fue aprobada por el Negociado de Energía, pero a menor costo del precio original que solicitó LUMA Energy. En este caso, la cantidad aprobada de fue 0.0007 centavos kilovatio-hora, lo que significa $5.27 adicionales para un cliente residencial.
La última petición para un incremento en el costo del servicio de energía eléctrica ocurrió ayer, cuando la empresa le peticionó al Negociado un incremento de 18.4 por ciento para el primer trimestre de 2022.
Esto significa un alza de $16.21 por encima del trimestre actual hasta marzo del próximo año.
De igual forma, e incremento, de ser aprobado por el Negociado, entraría en vigor a partir del 1 de enero.
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