La exempleada de Facebook Frances Haugen, que ha hecho revelaciones sobre la compañía, teme el impacto del metaverso, que el gigante de los medios sociales ha presentado dentro de un cambio de marca. El futurista mundo de realidad virtual podría obligar a la gente a entregar más información personal, resultar adictivo y dar a la compañía otro monopolio en el mundo digital, señaló.
En una entrevista el martes con The Associated Press, concedida entre comparecencias ante legisladores europeos que marcan las normas para firmas de medios sociales, Haugen dijo que su exempleador se ha apresurado a priorizar el metaverso porque “si a uno no le gusta la conversación, intenta cambiar la conversación”.
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“Facebook debería tener un plan de transparencia para el metaverso antes de empezar a construir todo esto, porque pueden esconderse detrás de una pared, siguen cometiendo errores no forzados, siguen haciendo cosas que priorizan sus beneficios sobre la seguridad”, dijo.
En cierto modo, el metaverso es como si internet cobrara vida, o al menos tres dimensiones. El director de la compañía, Mark Zuckerberg, lo ha descrito como un “entorno virtual” en el que se puede entrar, en lugar de mirar a una pantalla, y redirigió el modelo de negocio de la compañía en ese futurista mundo de realidad virtual, lo que incluyó cambiar el nombre de la firma a Meta.
Los usuarios podrán reunirse, trabajar y jugar en el metaverso con dispositivos de realidad virtual, gafas de realidad aumentada, apps para smartphone y otros dispositivos.
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Haugen, exdirectora de producto de Facebook, se ha convertido en informante y sus revelaciones sobre las prácticas de la compañía han llamado la atención en todo el mundo. Los documentos que ha entregado a las autoridades y sus declaraciones ante legisladores a ambos lados del Atlántico han revelado arraigados problemas en la empresa y en los esfuerzos legislativos y regulatorios en todo el mundo para poner límites a las grandes compañías tecnológicas.
El gigante de los medios sociales, señaló, prioriza la implicación y el crecimiento de los usuarios por encima de la seguridad en internet. Haugen, que también proporcionó un gran número de documentos internos editados a un grupo de medios, afirma que los sistemas de Facebook amplifican el odio y el extremismo en internet, no protegen a los jóvenes del contenido dañino y la empresa no tiene ningún incentivo para resolver esos problemas.
Los documentos de Haugen han dejado al descubierto una crisis interna en la compañía, que proporciona servicios gratuitos a 3.000 millones de personas. Zuckerberg ha rechazado las acusaciones de Haugen, que tacha de “esfuerzo coordinado” para dar una imagen falsa de la firma.
Las autoridades en Washington y varias capitales europeas se toman sus acusaciones en serio. Haugen declaró el lunes en una intensa sesión ante legisladores de la Unión Europea, que aplaudieron tras su comparecencia de dos horas y media.
La UE trabaja en nuevas normas digitales para el bloque de 27 países, que piden controlar a los grandes “porteros digitales” obligándoles a ser más transparentes sobre los algoritmos que determinan qué ve la gente en sus hilos y aumentando su responsabilidad legal sobre el contenido en sus plataformas.
Haugen ya ha pasado por Londres y Berlín para hablar con autoridades y legisladores, e intervino en una conferencia tecnológica en Lisboa. El miércoles tenía previsto dirigirse a legisladores franceses en París.