Las autoridades continúan la investigación del paradero de los implicados en el secuestro del dueño del restaurante El Hipopótamo en Río Piedras, un empleado y un menor de 16 años, quien fue asesinado.
El Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), que asumió jurisdicción en el caso y publicó imágenes de una cámara de seguridad de los sospechosos, ha estado trabajando sin parar en el caso, según su portavoz, Limary Cruz. En las imágenes divulgadas se aprecian cinco individuos caminando. El FBI pidió ayuda a los ciudadanos.
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“Ahora mismo continuamos reiterando el llamado al pueblo de que, de tener alguna información sobre la identidad y localización de estos individuos, nos lo dejen saber. Sabemos que ellos están por ahí, así que de verlos no intervengan con ellos, son individuos que deben ser considerados armados y peligrosos, pero deben llamar inmediatamente al 787-987-6500 de tener cualquier información que ellos entiendan que pueda ayudarnos a localizar a estos individuos”, aseguró la oficial de asuntos públicos del FBI.
“Hemos estado trabajando sin parar, 24 horas desde que adquirimos conocimiento de la situación. Hemos empleado todos los recursos y todo lo que tenemos se está poniendo para esto con la intención de traer una resolución positiva a este caso lo antes posible…Hemos recibido muchísima información buena y hemos podido dar unos pasos bien positivos para adelantar nuestros esfuerzos”, expresó Cruz.
Uno de los sospechosos es Geofrey Jomar Pérez, quien tiene historial por ley de armas y es exconvicto federal por narcotráfico.
El joven asesinado fue Jesús Francisco, quien cumpliría sus 17 años el 28 de noviembre, según su hermana Jamie Francisco en entrevista radial (WKAQ 580).
Según el relato de hechos, unos individuos secuestraron al menor, al dueño de El Hipopótamo llamado Juan Almeida y a un empleado.
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Los sospechosos estaban armados y se presume que viajaban en una Jeep Cherokee del 2020. Uno de ellos se subió a una van blanca, que supuestamente es de una de la víctimas, y los amenazó con un arma de fuego para que entraran al vehículo.
Almeida y el empleado fueron liberados luego de que los secuestradores pidieran, presuntamente, $80,000 por su rescate, pero el menor fue asesinado. Su cuerpo, que presentaba impactos de bala, fue encontrado en la madrugada de ayer en la carretera PR-1, kilómetro 21.7 en Guaynabo.