Kathy Hochul, una demócrata neoyorquina a la que pocos conocen a pesar de que lleva seis años como vicegobernadora, se dispone a presentarse al público al prepararse a tomar las riendas del poder después que el gobernador Andrew Cuomo anunció su renuncia.
Hochul, de 62 años, asumirá como la primera mujer gobernadora del estado, tras un período de transición notablemente largo que según Cuomo es necesario para facilitarle una tarea que él ha dominado a lo largo de tres períodos.
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Sin aparecer en público el martes, Hochul dijo que estaba “preparada para gobernar”. Preveía realizar su primera conferencia de prensa el miércoles por la tarde en el Capitolio estatal.
Cuomo, de 63 años, anunció el martes que renunciaba para no enfrentar un probable juicio político ante denuncias de que agredió sexualmente al menos a 11 mujeres, una de las cuales lo acusó de manosearle los senos.
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Cuomo sigue negando que haya tocado a alguien de manera no apropiada y que sentía el impulso de combatir denuncias que considera injustas o fabricadas. Pero dado que continuaba la crisis de la pandemia, dijo, lo más conveniente era renunciar para que los gobernantes “regresen a la tarea de gobernar”.
La tarea recaerá sobre Hochul, quien fue brevemente legisladora estatal, pero mantuvo intencionalmente una presencia discreta como vicegobernadora en un estado en el que Cuomo concentraba —y exigía— los reflectores.
Veterana de la política local, Hochul coincide con Cuomo en su centrismo, pero con un estilo que contrasta con el de un gobernador célebre por su afición a arrollar a la oposición y alimentar rencores. La estiman sus colegas, quienes dicen que los votantes no deben confundir su estilo calmo con falta de confianza o competencia.
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“La vicegobernadora Kathy Hochul será una gobernadora extraordinaria”, dijo la senadora Kirsten Gillibrand, otra política veterana del norte de Nueva York a la prensa en el Capitolio nacional el martes. “Comprende las complejidades y necesidades de nuestro estado, habiendo sido legisladora y vicegobernadora durante varios años”.
Resta por verse cuánto participará Cuomo en el gobierno estatal durante las próximas dos semanas o cómo logrará ceder su autoridad, algo que rara vez hizo durante sus años en el poder.
Su círculo de asesores se ha reducido, pero su colaboradora y socia política más estrecha, Melissa DeRosa —una cara conocida junto a Cuomo durante sus informes televisados sobre la lucha contra la pandemia— causó sorpresa al regresar después de haber renunciado el domingo. La oficina del gobernador dijo que permanecerá en funciones como secretaria del gobernador hasta su partida.
Los jefes del legislativo estatal aún o han dicho si proseguirán con la investigación iniciada en marzo y que podría conducir a un juicio político, la que esperaban concluir en las próximas semanas.
Además de examinar su conducta con las mujeres, los abogados contratados por la Asamblea (congreso) estatal investigaban si el gobierno no había manipulado los datos de las muertes de COVID-19 en residencias para ancianos y si Cuomo había utilizado indebidamente a su personal para escribir un libro sobre la pandemia.
Los republicanos han exhortado a la legislatura, controlada por los demócratas, a realizar el juicio político, posiblemente para impedir que Cuomo vuelva a postularse para un puesto público.