En medio de la creciente tasa de positividad y hospitalizaciones por COVID-19 en Puerto Rico, el gobernador Pedro Pierluisi descartó esta tarde la posibilidad de regresar a un toque de queda como medida de protección contra el virus.
“Olvídense de toque de queda, esto es otra etapa en el manejo de la pandemia. No quisiera restringir horarios, no quisiera restringir aforo”, expresó Pierluisi en conferencia de prensa al anunciar una nueva Orden Ejecutiva.
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El gobernador se mantiene enfocado en hacer de la vacunación un requisito para acceder a diferentes servicios o asistir al trabajo. Por ejemplo, hizo requisito para empleados de servicios de salud y empleados públicos el estar inoculados o presentar una prueba negativa de COVID-19 cada semana.
Sobre la flexibilización, Pierluisi apuntó que “no fue un error” pues “lo que está sucediendo es resultado de la variante Delta, es algo que está sucediendo ahora, está sucediendo en otros países”.
Este pidió a restaurantes y bares que requieran también la vacunación a clientes en la entrada de los establecimientos.
Pierluisi fue enfático en que está dejando llevar las medidas por las hospitalizaciones y no por la positividad, y al momento “los hospitales están bajo control”.