Antes del pico de la temporada de huracanes, que de ordinario se registra entre agosto y septiembre, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) espera haber culminado un estudio de muestreo y otro de infraestructura que les permitirán estimar con mayor certeza el costo de dragar el embalse Carraízo, que sirve a buena parte de la población en el área metropolitana.
El muestro, en síntesis, permitirá conocer la cantidad y naturaleza del material que deberá ser removido del lago una vez comience el dragado, que Doriel Pagán, presidenta ejecutiva de la AAA, reconoció no ocurrirá hasta el 2022.
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“Se están haciendo la caracterización de los materiales y también las pruebas toxicológicas […] Esto es un proceso bien complejo de permisología. Hablar de un dragado o una remoción de sedimentos no es tan sencillo como la asignación de fondos, sino que tenemos que ser bien responsables para poder determinar qué tipo de materiales son los que tenemos aquí, la caracterización de esos sedimentos, para así también identificar la disposición apropiada y más costoefectiva para la autoridad y poder hacer un proyecto que sea realmente eficiente”, señaló Pagán, mientras el personal de GLM Engineering, una compañía subcontratada, tomaba muestras del material sedimentado en el cuerpo de agua.
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“Una de las cosas es que estamos encontrando arena en todo el fondo del embalse. Es diferente a los barrenos que recibamos en los años 1992 y 1993. La diferencia, por supuesto, es que durante el huracán María, Doriel pidió que se abrieran todas las compuertas y el lago fluía como un río, transportando sedimentos. Una de las cosas que estamos analizando es cómo mejorar el manejo de las represas durante crecidas para minimizar el (la acumulación) de sedimentos. La mayor parte del sedimento viene de tormentas, inundaciones y huracanes”, explicó Greg Morris, de GLM Engineering.
Morris sostuvo que buena parte de los sedimentos que se removieron en 1998, durante el último dragado del embalse, ya han regresado al fondo del lago, limitando la capacidad de la represa, uno de los motivos que han provocado varios racionamientos en el servicio desde el 2015. En 1998, el dragado demoró cerca de año y medio, recordó Morris.
“Hay que manejarlo para que, una vez se complete el dragado, se pueda proteger el proceso”, resumió el ingeniero.
Pagán explicó que, para el próximo lunes, la AAA espera haber completado en un 60% el estudio de ingeniería del embalse, que en total suple a más de 100,000 clientes.
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“Ya para julio o la primera semana de agosto deberíamos haber completado todo el proceso del estudio para someterlo a FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias). FEMA evalúa toda la información técnica que se le va a estar enviando y si tienen alguna pregunta al respecto así nos lo harían saber y que durante este año finalmente podamos concluir ese intercambio de información que hemos tenido”, indicó la presidenta ejecutiva.
Conocer el tipo de materiales acumulados en el lago, ubicado en Trujillo Alto, “nos dará un estimado de costos, del manejo de los permisos que hay que obtener, el manejo de los diques”, subrayó la ingeniera.
La AAA tiene a su disposición una asignación de FEMA de $3,700 millones para modernizar su infraestructura. Para el uso de esos fondos, aprobados en enero, la corporación pública ya ha sometido unos seis proyectos para consideración de la entidad federal, incluyendo todo el proceso que conlleva el dragado de Carraízo.
El estimado inicial que la AAA presentó a FEMA para el costo de ejecutar las distintas fases del dragado –incluyendo los estudios previos a la remoción de sedimentos– fue de $50 millones.
“Es nuestra base”, dijo Pagán.
Los muestreos y estudios de infraestructura se están sufragando con esa asignación, detalló Pagán.
José Javier Rivera Sanabria, director de infraestructura de la AAA, precisó que entre los elementos que se analizan en el estudio de infraestructura es la capacidad de los tres diques que se construyeron en 1998, como parte del último dragado.
Con el estudio se conocerá “si tienen espacio suficiente para la cantidad de sedimentos que se decida sacar en esta actividad de dragado”, planteó Rivera Sanabria.
Ante el hecho de que los estudios y muestreos deberán culminar antes de la fase más intensa de la temporada de huracanes, las condiciones del embalse pudieran alterarse si la zona enfrentara otro huracán de categoría mayor que trajera consigo una nueva ola de sedimentos, como ocurrió para María.
“Según lo que ocurra en el momento (se atenderá). Es muy preliminar, ahora mismo apenas estará comenzando la temporada de huracanes la semana que viene. Dentro de lo que ocurra lo evaluaremos y así mismo lo trabajaremos”, sostuvo Pagán.
De momento, y a pesar de la asignación de fondos federales disponible, la AAA no contempla llevar a cabo dragados en algún otro de los 11 embalses bajo la jurisdicción de la corporación pública.
“Los otros embalses no requieren una acción como esta. Por eso hemos enfocado todos nuestros esfuerzos en que se pueda trabajar con Carraízo. En el futuro, de algún embalse requerir algún trabajo adicional, ya esto nos va a servir como preámbulo, un camino recorrido”, expresó.
Además de Carraízo, la AAA opera los embalses de La Plata, Cidra, Patillas, Toa Vaca, Carite, Río Blanco, Caonillas, Fajardo, Guajataca y Cerrillos.