En la mañana de hoy, un grupo de voluntarios de varias organizaciones llegaron a Loíza a poner de su parte en el proceso de limpieza de las costas, concretamente en La Pocita y Vacía Talega. En cada una de las playas se recogieron miles de libras de escombros.
“Es increíble la cantidad de basura que se genera y la irresponsabilidad de tantas personas. Naturalmente agradecemos a los que cumplen con dejar las playas limpias, que son los menos. Hoy recibimos en Vacía Talega a una treintena de empleados de la empresa Motorambar, dirigidos por José Ordeix, quienes trajeron a incluso a los niños, lo que es bien positivo en términos educativos. Las nuevas generaciones están más receptivas al tema ambientalista y eso es parte importantísima del proceso”, destacó la alcaldesa Julia Nazario Fuentes.
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Por otro lado, en La Pocita, se reunieron los voluntarios de Limpiar, Granos, Cleanwaters, ScubaDogs y 4Nature, entre otros, quienes ya tienen experiencia previa en el manejo de la limpieza de las playas y otras zonas naturales. A la iniciativa se sumó el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), agencia que acoge además a la Autoridad de Desperdicios Sólidos (ADS), que envió un camión de compactación de basura.
“Todas estas playas están bajo jurisdicción del DRNA, ya que son contiguas al Bosque de Piñones, único en Puerto Rico. Una cosa es la disposición legal, reglamentaria, y otra la obligación que todos tenemos como puertorriqueños de proteger nuestros recursos naturales. Va más allá de la promoción turística y del uso de nuestras playas”, añadió la alcaldesa, quien movilizó a su equipo de confianza y el Programa de Reciclaje.
Sumado a Piñones y Vacía Talega, Loíza cuenta además con playas en las Medianías, como las de Santillana del Mar, Corecamar, Las Carreras, Paseo del Atlántico, Parcelas Suárez y Puente Herrera en la frontera con Río Grande. “A todos los visitantes los exhortamos a disfrutar de todas nuestras atracciones, desde el Puente Boca de Cangrejos, pasando por el Puente de Los Restauradores sobre el Río Grande de Loíza, hasta el Puente Herrera. Playas, gastronomía, cultura sin igual y gente buena y hospitalaria”, finalizó Nazario Fuentes.