Las muertes por COVID-19 en Estados Unidos han aumentado hasta superar las 2.200 diarias en promedio, igualando el pico alcanzado en abril, y los casos por día han eclipsado el promedio de 200.000 por primera vez, en una crisis que casi seguramente empeorará debido a los viajes y reuniones familiares de la temporada navideña.
Prácticamente todos los estados reportan aumentos de casos, en momentos en que la vacuna parece estar a días de recibir la luz verde en Estados Unido.
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“Lo que hagamos ahora literalmente será un asunto de vida o muerte para muchos de nuestros ciudadanos”, dijo el gobernador de Washington Jay Inslee el martes al extender las restricciones a negocios y reuniones sociales, incluyendo una prohibición del servicio bajo techo en restaurantes y bares.
Aunque la inminente llegada de la vacuna es motivo de esperanza, dijo, “por el momento tenemos que enfrentar la realidad, y la realidad es que estamos en una situación muy funesta con la pandemia”.
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El virus ha causado más de 285.000 muertes y 15 millones de casos confirmados en Estados Unidos.
Muchos estadounidenses hicieron caso omiso a las advertencias de no viajar para el feriado de Acción de Gracias y han ignorado otras medidas de precaución, ya sea por necedad, ignorancia o autocomplacencia. El sábado por la noche, la policía en el norte de California arrestó a casi 160 personas, muchas de ellas sin mascarillas, en una fiesta ilegal en una casa en Palmdale que fue realizada sin conocimiento del dueño.
La doctora Deborah Birx, coordinadora del grupo de trabajo de la Casa Blanca contra la pandemia, expresó lo que pareció una ligera crítica a la forma en que el presidente Donald Trump y otros miembros del gobierno han restado importancia a la enfermedad y socavado a los científicos.
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“Los mensajes tienen que ser congruentes”, dijo Birx el martes en una conferencia de ejecutivos empresariales auspiciada por el Wall Street Journal. “Pienso que tenemos que ser mucho más coherentes al responder a los mitos — que el COVID-19 no existe, o que las cifras de muertos son inventadas o que las hospitalizaciones son por otras razones, que las mascarillas hacen daño”.
Se prevé que el jueves, el panel asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos apruebe el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer y las inyecciones pudieran empezar casi inmediatamente, lo que convertiría a Estados Unidos el primer país en Occidente en iniciar las vacunaciones masivas.