Estados Unidos demandó oficialmente el jueves a la ONU que restaure todas sus sanciones contra Irán, en una decisión que crea una confrontación inmediata con Rusia y otros miembros del Consejo de Seguridad que dijeron que la exigencia de Washington es ilegal.
El secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo le entregó la notificación al presidente del Consejo de Seguridad, argumentando violaciones significativas de Irán al acuerdo nuclear del 2015, un requerimiento para reimponer las sanciones de la ONU.
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“Estados Unidos nunca permitirá que el mayor promotor del terrorismo del mundo pueda comprar y vender libremente aviones, tanques, misiles y otro tipo de armas convencionales, ni que tenga un arma nuclear”, dijo Pompeo en una conferencia de prensa en la ONU.
Señaló que la medida de Estados Unidos extenderá el embargo de armas, que está programado a culminar el 18 de octubre, y también le prohibirá a Irán realizar pruebas de misiles balísticos y enriquecer material nuclear.
El viceembajador ruso en la ONU Dimitry Polyansky replicó vía Twitter: “Parece que hay dos planetas. Uno despiadado de ficción en el que Estados Unidos pretende hacer lo que quiere sin persuadir a nadie, donde rompe y abandona acuerdos, pero se beneficia de ellos; y otro en el que vive el resto del mundo y donde reinan la diplomacia y las leyes internacionales”.
En el centro de la disputa en el organismo más poderoso de la ONU está el hecho de que el presidente Donald Trump se retiró en 2018 del acuerdo nuclear forjado entre seis potencias mundiales e Irán.
Washington insiste en que bajo la resolución de la ONU que aprueba el acuerdo, mantiene su derecho como parte iniciadora a invocar la cláusula para restaurar las sanciones. Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y virtualmente el resto de los miembros del Consejo dicen que el gobierno de Trump no tiene ese derecho toda vez que ya no es parte del acuerdo, cuyo nombre oficial es Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA por sus iniciales en inglés).
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La exigencia de Estados Unidos abre la posibilidad de una crisis de credibilidad en el Consejo de Seguridad.
En una carta presentada al embajador de Indonesia ante Naciones Unidas, Dian Triansyah Djani, cuyo país actualmente tiene la presidencia del Consejo de Seguridad, Pompeo dijo que Estados Unidos notificaba al organismo de “incumplimientos significativos” por parte de Irán relacionados con el acuerdo nuclear. Como resultado, Pompeo dijo que puede iniciarse el proceso para la reimposición de sanciones por parte de la ONU.
El organismo de vigilancia nuclear de Naciones Unidas, la Agencia Internacional de Energía Atómica, ha reportado algunas violaciones del acuerdo por parte de Irán, pero Teherán afirma que son resultado de las violaciones de Estados Unidos al acuerdo al retirarse del pacto y reimponer sanciones unilaterales.
Pompeo recalcó que los participantes europeos del acuerdo han intentado que Irán cumpla con el pacto. Pero declaró que “a pesar de los grandes esfuerzos y la exhaustiva diplomacia por parte de esos Estados miembro, persisten los incumplimientos significativos por parte de Irán”.
“Como resultado, Estados Unidos no tiene más opción que notificar al consejo que Irán ha incurrido en incumplimientos significativos de sus compromisos de acuerdo al JCPOA”, escribió Pompeo.
La misiva de Pompeo iba acompañada de una explicación de seis páginas sobre por qué Estados Unidos cree que conserva el derecho para invocar la reimposición de sanciones.
La insistencia de Estados Unidos de que puede autorizar la reimposición ya ha sido rechazada por prácticamente todos los otros 15 Estados que integran el Consejo de Seguridad. Alemania, firmante del pacto, actualmente cumple con un periodo de dos años dentro del consejo y también se opone a la postura de Washington.