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“En Puerto Rico hay hambre”, Banco de Alimentos lidia con situación nunca antes vista

Presidenta del Banco de Alimentos dice su cuadro telefónico colapsó porque la gente está desesperada en Puerto Rico

La agilidad del gobierno para atender la crisis de salud, así como la reactivación de la economía ha sido cuestionada. Sin embargo tanto en salud como en economía existen grupos de trabajo que asesoran a Fortaleza, algo que no ocurre con las ramificaciones sociales de la crisis y mucho menos con la seguridad alimentaria. Dennise Santos, presidenta del Banco de Alimentos aseguró a Metro que no es exagerado afirmar que Puerto Rico atraviesa por una crisis de hambre en estos momentos.

El organismo que dirige no da abasto para atender la magnitud del problema y así lo refleja el quiebre de su sistema de distribución de alimentos y el colapso de su sistema telefónico. Hasta esta semana, la única comunicación del Gobierno con el Banco de Alimentos fue para donarle los suministros de comedores escolares y del Departamento de la Familia. Fueron cuatro entregas de 44 paletas de alimentos. Cada una de esas entregas cubrió una de las siete semanas que llevamos en cuarentena, lo que dejó al descubierto tres semanas de necesidad de alimentos. Esto sin dejar a un lado que la necesidad no se cubre con una entrega, pues las personas necesitan comer todos los días.

Para Santos “se están dando una cantidad de elementos que están conformando lo que llamaríamos la tormenta perfecta”, pues señala que con el cierre de los comedores escolares los niños no tienen acceso a esos alimentos, hay cientos de miles de personas desempleadas, y muchas de las organizaciones sin fines de lucro que asistían al Banco de Alimentos en suministrar ayudas han tenido que dejar de operar.

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“En estos momentos tenemos una necesidad brutal, dramática, por alimento. Las personas están desesperadas”, enfatizó la presidenta del Banco de Alimentos. Explicó que gracias a que cuentan con ayuda del sector privado que les hace importantes donaciones han podido comprar alimentos para mantener el inventario del banco y por ejemplo cubrir las últimas tres semanas de distribución a familias en todo Puerto Rico.

“Cuando hablamos de hambre, la gente come todos los días y lo que comió esta semana, lo necesita la próxima. Es un tema cíclico. Darle a una persona una bolsa de alimentos le resuelve de inmediato, pero ya en dos o tres días va a estar en la misma situación”, sostuvo Santos. La experta en el tema apuntó a que no se han desarrollado estrategias colectivas para que las personas puedan tener un donativo de alimentos que les cubra dos semanas o establecer un sistema de suministro continuo a las familias puertorriqueñas que no tienen forma de adquirir alimentos en este punto de la emergencia.

El Banco de Alimentos —que bajo condiciones normales opera con una red de organizaciones sin fines de lucro que distribuyen los suministros a poblaciones vulnerables como personas de edad mayor, enfermos, niños y madres jefas de familia— ha tenido que alterar su sistema ordinario. “En este momento con los donativos de Departamento de Educación y del Departamento de la Familia abrimos 20 puntos de distribución, son alimentos que casi inmediato como entran, salen […] se preparan paletas para alimentos balanceados”, explicó Santos. En los puntos de distribución, hay organizaciones no gubernamentales que se encargan a su vez de distribuir alimentos a los individuos.

Santos alertó que hay una serie de personas subiendo información falsa a Facebook sobre distribución de alimentos y “como la necesidad de alimentos es tan grande, esto se ha vuelto viral”. Detalló que han estado procesando llamadas a un nivel nunca antes visto con tan solo cuatro empleados. “La situación ha sido tan dramática que el cuadro se nos cayó”, relató la presidenta del Banco de Alimentos.

“Las organizaciones que nos ayudan han recibido una demanda tan grande de personas que ellos no pueden manejarlo y han parado el proceso de distribuir hasta que nosotros podamos garantizarle que van a poder manejar una cantidad de personas adecuadas para su capacidad y recursos”, apuntó Santos. La directiva del Banco de Alimentos pidió a las personas un poco de paciencia para no bloquear el proceso del flujo de ayudas con los voluntarios que les asisten.

Actualmente canalizan las peticiones a través del teléfono del Banco de Alimentos para luego coordinar citas de entregas con las organizaciones de voluntarios que les asisten.

“Hay un desespero muy grande. Aquí las llamadas no cesan”, dijo Santos.

Más allá de los donativos de alimentos de comedores escolares y del Departamento de la Familia, Santos indicó que esta semana tuvieron comunicación con Marilú Cintrón, directora de la Oficina de la Primera Dama en La Fortaleza para ver qué opciones pueden buscar ante la problemática de seguridad alimentaria.

¿No es exagerado decir que hay hambre en Puerto Rico en estos momentos?, preguntó Metro.

“Yo le voy a decir. Yo he trabajado aquí los terremotos, huracanes, etcétera, y yo lo que estoy viviendo en estos momentos no le vivido antes. Veo mucha desesperación, hay gente que lleva semanas sin comer, no está entrando el dinero, hay gente con miedo a salir a la calle por miedo a los contagios. Hablamos del tema económico y del tema de salud, pero al día de hoy no he visto un grupo que esté trabajando la problemática del hambre en el país que creo es sumamente seria”, respondió Santos.

Nota: Se pueden hacer donaciones al Banco de Alimentos por ATH Móvil a ATHmovil/bancodealimentosdepr

Te recordamos este episodio del podcast Con Los Editores —hace más de un mes— sobre la crisis económica en las familias por el coronavirus:

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