La agencia estadounidense de protección al consumidor le ordenó a Juul y a otros cinco fabricantes de vaporizadores entregar documentos sobre sus campañas publicitarias.
La medida de la Comisión Federal de Comercio (FTC) surge en medio de una gran campaña nacional en contra de las empresas manufactureras de cigarrillos electrónicos.
PUBLICIDAD
A raíz de un auge sin precedentes en el consumo de los productos para vaporizar por parte de menores.
La FTC indicó en un comunicado que desea “comprender mejor” la venta de vaporizadores y las prácticas publicitarias. Incluyendo cigarrillos electrónicos de obsequio, programas de “influencers” por internet y marketing en instalaciones universitarias.
Aparte de Juul, la orden rige sobre R.J. Reynolds Vapor Company, Fontem US, Logic Technology Development, Nu Mark y NJOY. Los reguladores desean analizar los materiales generados por las compañías a partir de 2015.
Juul ya es objeto de múltiples investigaciones por parte del Congreso, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y las fiscalías generales de varios estados. La semana pasada, la empresa con sede en San Francisco anunció que suspendería toda publicidad de sus dispositivos de vapeo.
“Cooperaremos plenamente y estamos enfocados en ganarnos la confianza de reguladores, legisladores y otros accionistas”, dijo un portavoz de la compañía.
PUBLICIDAD
La ley federal prohíbe a las compañías tabacaleras el uso de numerosas tácticas de ventas. Esto incluye regalar cigarrillos, patrocinar eventos deportivos y publicidad por televisión, radio, transporte público y carteles. Pero esas leyes no son válidas para los cigarrillos electrónicos, que salieron a la venta en Estados Unidos por primera vez en 2007.
Te podría interesar:
- Rivera Schatz la emprende contra la directora de ATM
- Federales dan paso a estudio sobre energía nuclear en Puerto Rico
- Perturbador retrato de un desajustado mental y social
Más del 25% de los estudiantes de secundaria utilizaron vaporizadores en el último mes, según las cifras oficiales más recientes en Estados Unidos. Funcionarios del sector salud han catalogado la tendencia como una epidemia que amenaza con hacer adicta a la nicotina a una generación de jóvenes.