Molesto por las críticas a su acuerdo para evitar los aranceles a las importaciones mexicanas, el presidente Donald Trump insiste en que las apariencias engañan.
En un par de tuits, Trump afirmó el lunes en la mañana que México aceptó hacer más de lo anunciado el viernes y aseguró que pronto habrá más revelaciones.
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Sin embargo, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, dijo el lunes que no hay acuerdos secretos entre ambos países y que los gobiernos sólo se comprometieron a evaluar el progreso en 45 días y reanudar las conversaciones en caso de que no disminuya el flujo de migrantes en la frontera con Estados Unidos.
“Hemos firmado y documentado completamente otra parte muy importante del acuerdo de Inmigración y Seguridad con México, uno que Estados Unidos estuvo pidiendo durante años”, escribió Trump en Twitter el lunes, y afirmó que sería “revelado en un futuro no lejano y necesitará un voto del cuerpo legislativo de México”.
“No anticipamos un problema con la votación”, agregó, “pero, si por alguna razón la aprobación no llega, los aranceles se restablecerán”.
Funcionarios de la Casa Blanca no respondieron de momento a solicitudes para que hicieran declaraciones sobre la postura de México o a qué Trump se refería. El mandatario tampoco hizo ninguna precisión durante una entrevista telefónica con CNBC el lunes en la mañana.
Sin embargo, el mandatario quizá se refirió a la idea de que México se convierta en “tercer país seguro”, lo que dificultaría a los solicitantes de asilo, que cruzan territorio mexicano y que provienen de otros lugares, reclamar refugio en Estados Unidos.
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Un alto funcionario dijo el fin de semana que México mostró apertura a la idea durante las negociaciones y que ambos países continuarían discutiendo el asunto en los próximos meses. El funcionario solicitó el anonimato para compartir detalles de las conversaciones a puerta cerrada.
Sin embargo, México se ha opuesto desde hace bastante tiempo a la idea de ser el tercer país y Ebrard señaló el viernes después de alcanzado el acuerdo que México se había resistido a esa idea. Estados Unidos propuso en la primera reunión que México fuera el tercer país seguro, que no es el caso y es muy importante”, afirmó Ebrard a la prensa.
Un acuerdo para tercer país seguro necesitaría la aprobación de los legisladores mexicanos y se desconoce si tendría apoyo a raíz de la impopularidad de la propuesta.
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En la Ciudad de México, Ebrard rechazó la existencia de algún acuerdo secreto. Pero señaló que México trabaja en una propuesta para establecer un sistema regional de refugio conjuntamente con Naciones Unidas y los gobiernos de Guatemala, Panamá y Brasil, los tres países que a menudo son los puntos de partida de los migrantes que se dirigen a Estados Unidos.
Ebrard dijo el lunes que Estados Unidos quería que se firmara otra cosa totalmente diferente, pero sólo hay lo que hay, nada más allá de lo explicado.
