La madrugada del 10 de abril pasado Tammy Jackson comenzó el trabajo de parto mientras se encontraba en una celda de aislamiento en la cárcel de North Broward Bureau en Florida.
La mujer de 35 años, que padece una enfermedad mental, comenzó a pedir ayuda pero fue ignorada por los gendarmes, señala New York Times.
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Jackson incluso llegó a suplicarles que la vieran. Sin embargo los funcionarios llamaron a un médico de guardia el que no estaba en el recinto. Por lo que la mujer estuvo siete horas sin ser vista por un doctor.
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“Se vio obligada a agacharse y simplemente tomar al bebé”, señaló Gordon Weekes, el abogado de la mujer.
Según Telemundo, a las 10 de la mañana, 6 horas y 54 minutos después de su primer pedido de ayuda, un “empleado de la prisión encontró a Jackson con su bebé recién nacido en los brazos”.
En ese momento, recién fue atendida por dos enfermeras y un doctor. A pesar de que los funcionarios sabían que estaba embarazada y de los problemas mentales que sufría.
“Es indignante e inhumano”, indicó el defensor público Howard Finkelstein; mientras que Weekes apuntó que “el trauma del parto todavía pesa sobre Tammy”.
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Los hechos ocurrieron el pasado 10 de abril, recién se están conociendo y desataron indignación. Además, motivaron un sumario interno del cual todavía no se conoce su resultado.
Hay que señalar que Jackson se encontrada privada de libertad desde el 27 de marzo, cuando quedó bajo custodia acusada de violación a la propiedad privada y posesión de drogas.