Nacieron hace dos años con minutos de distancia en Los Angeles y prácticamente han pasado cada minuto de su vida juntos. Nunca hubo diferencia entre ellos, sin embargo, el gobierno de Estados Unidos estableció desde que salieron del vientre materno que no tenían los mismos derechos.
Ethan y Aiden son hijos de un matrimonio homosexual y “cada niño fue concebido con óvulos de un donante y el esperma de un padre diferente”, claro que tuvieron a la misma madre sustituta, señala NBC News.
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Andrew Dvash-Banks es estadounidense y padre biológico de Aiden, mientras que Elad Dvash-Banks es israelí y padre biológico de Ethan.
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El gobierno determinó que sólo Aiden es ciudadano norteamericano, por lo que la pareja terminó por presentar una demanda apoyados por organizaciones pro derechos de los inmigrantes LGBTQ.
Estas acusaron al Departamento de Estado de estar “discriminando a las parejas binacionales del mismo sexo al negarles a sus hijos la ciudadanía al nacer”.
En una decisión que muchos señalan como histórica, un juez federal de California estableció que Ethan, al igual que su hermano, es un ciudadano estadounidense “desde su nacimiento”.
“Tenemos la esperanza de que ninguna otra familia tenga que pasar por esto otra vez”, dijeron los padres de los pequeños y aseguraron que se había hecho justicia.
