Familiares abatidos por el dolor proporcionaron el martes muestras de ADN para ayudar a identificar a las víctimas del avión de Lion Air que se estrelló en Indonesia con 189 personas a bordo. Al mismo tiempo, pasajeros de un vuelo anterior de la aeronave siniestrada relataron problemas, como un rápido descenso que atemorizó a los que iban a bordo.
Los rescatistas rastrearon el lugar donde se estrelló el avión, en el mar, al noreste de Yakarta, y enviaron 26 bolsas con cadáveres a expertos en identificación forense, mientras la aerolínea trasladó a decenas de familiares en duelo a la capital del país.
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El Boeing 737 MAX 8, con apenas dos meses de antigüedad, se estrelló la mañana del lunes en el Mar de Java 13 minutos después de despegar de Yakarta, en dirección a una isla cerca de Sumatra. El piloto pidió permiso para regresar al aeropuerto solo dos o tres minutos después de partir, lo que indica que había un problema aunque la causa se desconoce por el momento.
Los restos del avión y pertenencias personales del pasaje, incluyendo documentación, ropa y maletas que fueron hallados esparcidos en el mar, se extendieron sobre lonas en un puerto al norte de Yakarta antes de ser clasificadas en bolsas para evidencias.
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La tragedia revivió las preocupaciones sobre la seguridad de la industria de la aviación indonesia, de rápido crecimiento y que recientemente salió de las listas negras de la Unión Europea y Estados Unidos.
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Dos pasajeros del vuelo anterior de la aeronave siniestrada, que el domingo viajó de Bali a Yakarta, describieron problemas que causaron molestias y alarma.
Alon Soetanto le dijo a TVOne que el avión perdió altitud súbitamente varias veces en los primeros minutos de su vuelo.
“Entre tres y ocho minutos después del despegue, se sintió como si el avión estuviera perdiendo fuerza y no pudiera subir. Eso sucedió varias veces durante el vuelo”, dijo. “Se sintió como una montaña rusa. Algunos pasajeros comenzaron a sufrir pánico y vomitar”.
Su recuento es coherente con los datos de los portales de monitoreo de vuelos, que muestran registros erráticos de velocidad, altitud y dirección tras el despegue. Un patrón similar se ve en los datos del vuelo fatal del lunes. Expertos advirtieron, no obstante, que esos datos deben ser revisados para corroborar su exactitud, comparándolos con los de las “cajas negras” del avión, que las autoridades confían van a recuperar.
El presidente de Lion, Edward Sirait, dijo que hubo reportes de problemas técnicos en el vuelo desde Bali, pero que fueron resueltos de acuerdo con los procedimientos dictados por el fabricante del avión.
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