David Ortiz es por lejos uno de los deportistas más venerados en Boston.
Una calle y un puente adyacentes al Fenway Park, el estadio de los Medias Rojas, tienen su nombre. Su equipo durante 14 años de carrera no tardó en retirarle el número 34. Fue el personaje que se encargó de arengar a una traumatizada ciudad, días después del atentado terrorista al maratón de Boston.
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El próximo gran momento del dominicano será una ceremonia en el Salón de la Fama del Béisbol.
Propulsado por sus proezas fuera y dentro del diamante, el “Big Papi” parece encaminado a la exaltación en su primer año de elegibilidad dentro de la votación de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica (BBWAA).
Al amanecer del viernes, Ortiz rozaba casi un 84% del apoyo, de acuerdo con Ryan Thibodeaux, el aficionado que en los últimos años se ha encargado de llevar una tabulación de los votos de los periodistas que los van haciendo públicos en los días previos al anuncio oficial de los resultados.
De momento, Ortiz superaría el mínimo de 75% que es necesario para ser elegido. Pero nadie sabe si su porcentaje se mantendrá en ese nivel o será menor al final.
Hoy por hoy, sería el único capaz de evitar que por segundo año nadie salga elegido en la votación de la BBWAA.
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El Salón de la Fama anunciará los resultados de la votación el martes. Quienes consigan la suficiente cantidad de adhesiones se sumarán a los cubanos Minnie Miñoso y Tony Oliva, además de Jim Kaat, Gil Hodges, Bud Fowler y Buck O’Neil, quienes fueron elegidos por los comités de las eras del béisbol.
EL VOTO
Este autor participa de la votación y este es su octavo año haciéndolo.
Ortiz aparece en el grupo de 10 jugadores — el máximo permitido — que he seleccionado.
En orden alfabético de apellidos, los otros son Bobby Abreu, Barry Bonds, Roger Clemens, Todd Helton, Andruw Jones, Scott Rolen, Curt Schilling, Gary Sheffield y Billy Wagner.
Descarté a Manny Ramírez y Omar Vizquel, quienes estuvieron en mi lista de seleccionados el año pasado.
LOS ESTIGMAS
No es una votación fácil por las posiciones divergentes y el encendido debate que genera.
Alcanzar números excelsos y un nivel de estrellato solían abrir las puertas a Cooperstown. Ahora, la revolución estadística pone en otra dimensión a peloteros que pueden pasar inadvertidos, como Abreu, Helton y Rolen.
También hay que cuidarse de estigmas que en el pasado han frenado candidaturas. Se solía minimizar a los relevistas por su carga de innings lanzados y esto ayuda a Wagner.
Ortiz parece haber neutralizado el cuestionamiento al trabajo de una bateador designado, beneficiándose de que Edgar Martínez y Frank Thomas lograron ser exaltados vía el voto de la BBWAA en años recientes.
Y todo parece indicar que el supuesto resultado positivo de Ortiz por consumo de sustancias dopantes — como parte de un estudio con pruebas anónimas que se realizó en 2003 — no parece afectarle como ha ocurrido con Bonds, Clemens y Alex Rodríguez.
Clemens y Bonds cumplen el décimo y último año en la papeleta. Exceden el 75% por lo justo, pero ambos tradicionalmente han visto un descenso en el resultado definitivo. El año pasado, por ejemplo, los dos terminaron con un 61%.
EXPLICACIÓN
El estudio de 2003 se hizo para determinar si MLB debía iniciar controles que desembocarían en penalizaciones. Ortiz amasó la mayor parte de sus números durante la era de las pruebas, y siempre ha negado el consumo de esteroides. El actual comisionado Rob Manfred le ha defendido, llegando a decir que sería injusto marginarle de Cooperstown por ello.
Es otra historia con A-Rod y Ramírez.
Debutante este año en la papeleta, Rodríguez fue suspendido durante toda la temporada de 2014 por su involucramiento en la trama de la clínica Biogenesis, que distribuía sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento. También reconoció que se dopó cuando jugó con los Rangers de Texas.
Había votado por Ramírez en los tres años previos, pero esta vez decidí sacarle por sus antecedentes. El jardinero dominicano Ramírez dio positivo en un control en 2011, su tercer incidente con sustancias.
En las instrucciones del Salón de la Fama a los votantes se subraya que se deben tomar en cuenta diversos factores, no únicamente los números del pelotero. Es lo que propició sacar a Vizquel, quien durante el año ha sido acusado de violencia doméstica y acoso sexual.
En cuanto a Ortiz, todo converge en una mezcla de formidables números ofensivos y sus oportunos aportes en los playoffs.
Fue la pieza vital en la conquista de tres campeonatos de la Serie Mundial, incluyendo el MVP en la edición de 2013. En 2004, cuando Boston puso fin a una sequía de 86 años sin coronarse, Ortiz conectó tres hits que sentenciaron victorias en los playoffs.
Es una figura monumental del béisbol en las primeras dos décadas de este siglo y alguien cuya gran personalidad le convirtió en uno de los jugadores más reconocidos. Su ingreso podría esperar un año, pero llegará.