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Opinión de Alex Delgado: ¡No a la anarquía de las motoras!

Lee la columna de opinión del periodista Alex Delgado.

Alex Delgado | Columnista

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El pasado domingo regresaba del área sur por el expreso PR #52 y desde Salinas comenzaron a pasarnos todo tipo de motoras a alta velocidad de forma temeraria, metiéndose entre los autos, haciendo “cortes de pastelillo”, por el paseo o en zigzag entre los autos. De hecho, esto comenzó subiendo la cuesta después del Albergue Olímpico, que es unos de los tramos más peligrosos y que causan mayor estrés a muchos conductores debido a la altura y los riscos. Parecía no importarles.

Esto a su vez provocaba que los conductores de los autos redujeran la velocidad y el tráfico fuera más lento en ocasiones, mientras que en otras se detenía completamente. Iban sin control, sin respetar las leyes de tránsito y pareciendo retar a la muerte, tipo anarquía. El problema es que no solo la retan para ellos, sino que su temeridad pone en peligro la vida de personas responsables. 

Más adelante, en Cayey, nos topamos con un tapón que nos tomó 45 minutos en un tramo que toma un minuto de ordinario. Uno de los temerarios e irresponsables motoristas “se lambió la brea” provocando que la motora se partiera en dos partes. Increíble y agraciadamente el conductor de la motora sobrevivió.

Más tarde, al llegar a mi hogar, me entero de la convocatoria del llamado “Rey Charlie” para esa corrida de motoras. Ahí me percaté de la razón de ver tanta motora camino a San Juan, ruta que frecuento y en la que nunca había visto tal evento.

La Policía había puesto para su número a más de 1,700 motoristas irresponsables y realizó bloqueos, lo que encolerizó a “Charlie”. “¡Siete días de candela, cabrones! Y lo que yo digo lo cumplo… Prepárense y despídanse de su familia todas las semanas porque los van a poner a trabajar todas las semanas porque a mí me sale de los cojones. A ver si el capitán tiene más cojones que yo”, dijo, pareciendo entender ser el rey de Puerto Rico. “Es un cabrón abuso, puñeta, lo que tienen. Llevo casi dos años sin hacer actividades. Hago una actividad y los hijo e’ putas vienen a joderme la puta paciencia. Esto es un país libre y democrático, y los cabrones vienen a joder como si vivieran en una fucking dictadura… Ya estoy cansado de vivir así puñeta, ¡oprimido!”, se quejó. ¿Eso es opresión? ¿En serio?

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Con esas expresiones podemos notar que este joven tiene un concepto erróneo del  sistema en el que vivimos y de lo que constituye una democracia. Democracia no es hacer lo que les da la gana. Según la Real Academia Española es un “Sistema político en el cuál la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente por medio de sus representantes”. O sea, digamos que en este caso, el pueblo eligió por votación electoral a sus representantes gubernamentales, que a su vez, legislaron las leyes de tránsito que el domingo muchos seguidores de “Charlie” se pasaron por donde no les da el sol. 

Democracia también es la “Forma de sociedad que reconoce y respeta como valores esenciales la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley”. Libertad no es libertinaje, “Charlie”. En otras palabras, libertad no se refiere a hacer lo que le venga en gana en las calles de la isla. Igualdad ante la ley es que todos somos iguales ante ella y si los que convocan o los convocados violan las leyes de tránsito, tienen que responder como cualquier otro ciudadano. 

Nuestra isla es de ley y orden y estamos obligados a adherirnos a la misma. Quien no lo haga, tendrá unas consecuencias. Una actividad o caravana deportiva, política y hasta una procesión religiosa o un funeral que altere el tránsito en una vía pública tiene que ser coordinada con las autoridades para que los derechos que tenemos los que no participamos de esas actividades no sean restringidos, y si se restringen de alguna manera, que se anticipe para buscar alternativas.

La inmensa mayoría de los puertorriqueños cumplimos con las leyes de tránsito. Obviamente, en uno que otro momento todos hemos recibido una multa y tenemos que asumir las consecuencias. Si no nos gusta o entendemos que no procedía, tenemos remedios en los tribunales para impugnar, pero no podemos estar insultando o amenazando a la policía, o entender que “las leyes le aplican a otros menos a mí”. Si en la calle no se puede manejar motoras o vehículos todo terreno, yo respeto esa ley. Entonces, qué tienen estos grupos que entienden que a ellos no les aplica. 

Hemos visto cómo en algunas instancias se ha ido incrementando en estos grupos, y otros, el promover el caos, y eso hay que pararlo, preferiblemente por las buenas, pero si no, tendrá que ser por la malas, a fuerza de bloqueos, multas y confiscaciones cuando apliquen.

Entiendo que “Charlie” lo que busca es traspasar su propia responsabilidad como la persona que convocó. Treinta accidentes, entre otros, fue el saldo de su convocatoria. Los que vi viajando de Salinas a Cayey iban como salvajes, atentando contra sus vidas y las de los demás, no iba la Policía tras ellos, por lo que no pueden decir que iban con ese salvajismo provocados por la uniformada, y si fuera el caso, es el rol de los agentes del orden público hacer valer las leyes. Eso es lo que esperamos de ellos. Aquí no pueden venir con la “guasita” de que para evitar accidentes, la Policía los tiene que dejar hacer y deshacer, violar leyes y hacerle la vida miserable a los demás sin fijarles responsabilidad. ¡NO!   

La invitación a la policía es que a las próximas corridas que convoquen destaquen el doble de los agentes, incrementen las multas que correspondan, si corresponden, a los violadores de la ley. El que esté en orden y comportándose sin salvajismo, no tiene nada que temer.

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