La llamada perspectiva de género ha sido motivo de controversias en las esferas educativa, religiosa y política. En la esfera de la educación sabemos que se ha intentado incluir la misma en el currículo, sin embargo, las gestiones han sido infructuosas. Cabe destacar que cuando escuchamos a muchas de las personas que se oponen a la visión e implementación de la perspectiva de género o que tienen un liderato en los organismos gubernamentales desconocen por completo de qué se trata la misma. Otras personas, adaptan la información y mezclan varias dimensiones de este tema precisamente para confundir o tirar una “cortina de humo” que provoca la tergiversación de lo que implica provocando así, discursos y prácticas que demonizan a ciertas personas o grupos.
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Es importante definir qué es la Perspectiva de Género. La definición planteada por la Organización Mundial de la Salud establece que la perspectiva de género es “una forma de percibir o analizar que consiste en observar el impacto del género en las oportunidades, roles e interacciones sociales de las personas”. La perspectiva de género se refiere a una herramienta conceptual cuyo propósito es explorar y detallar las diferencias entre las mujeres y los hombres que se dan por la lectura de la determinación biológica (lo que les define como hombre y mujer). Esta diferenciación biológica organiza y va estableciendo cultural y socialmente discrepancias entre las personas tomando en cuenta solo el aspecto biológico, sexo.
La perspectiva de género es así el mecanismo que permite identificar, cuestionar, visibilizar la discriminación, la desigualdad y la exclusión de los seres humanos por el hecho de su categorización como hombres y mujeres (determinado únicamente por la descripción biológica).
Uno de los cuestionamientos más comunes es por qué es necesario echar mano de esta herramienta si lo esperado es que en la sociedad exista un trato igualitario entre los seres humanos. Sin embargo, es evidente que eso es una idealización y no lo que ocurre realmente.
Por ello, la perspectiva de género tiene unos beneficios incalculables hacia el proyecto de una convivencia armoniosa. Entre estos beneficios se encuentra el que nos permite entender que la vida de mujeres y hombres puede modificarse en la medida en que se entienda que no está “naturalmente” determinada. También nos ayuda a comprender más profundamente tanto la vida de las mujeres como la de los hombres y las relaciones que se dan entre ambos, posibilita el cuestionamiento de los estereotipos con que somos educados y educadas y permite elaborar nuevas formas de socialización y relación entre los seres humanos, fomentando así relaciones de respeto y equidad.
Ahora bien, de manera particular se observa que la definición de lo que es perspectiva de género ha sido sustituida por lo que algunos/as llaman ideología de género. Según la Real Academia Española se define la ideología como “un conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político”.
Sin embargo la llamada “ideología de género” no contiene una definición precisa o exacta. Arriane Van Andel (2020) refiere que no existe una definición oficial de “la ideología de género”. El concepto ideología fue usado en la teoría de Marx, Gramsci y otros filósofos del socialismo para indicar aquellas ideas que ocultan objetivamente contradicciones sociales, lo que beneficia a los intereses de las clases dominantes. Cabe destacar que quienes postulan una “ideología de género” utilizan un término que en sus orígenes fue usado contra ellos/as mismos. Podríamos, entonces, levantar sospechas acerca del uso de este término (ideología de género) como una estrategia bien elegida para poder unificar a un grupo diverso bajo el mismo lema, y cooptar su lenguaje para, desde adentro convertir sus palabras en algo “negativo”.
En Puerto Rico se ha visto manifestada esta postura del uso de la “Ideología de género” por parte de líderes del “Proyecto Dignidad”, en particular la senadora Joanne M. Rodríguez Veve. Bajo esta definición, la cual elimina de manera intencional la palabra perspectiva se promueve la palabra ideología como un sistema de creencias organizado. Dentro de esta frase se ha dicho que este sistema de creencias promoverá una agenda a favor del “libertinaje “sexual. De esta forma las personas que adoptan este concepto desinformado entienden que el creer e implementar la perspectiva de género facilitará y promoverá una agenda a favor de las poblaciones no heterosexuales e incluso que se incluirá en los currículos educativos para fomentar conductas sexuales aberrantes o dañinas.
La perspectiva de género es una herramienta que permite que los valores de la equidad y justicia que tanto anhelamos puedan ser practicados para vivir en una sociedad donde podamos incluir a todas las personas sin diferenciaciones discriminatorias, donde podamos tratarnos con respeto y verdadera dignidad.