El gobernador Pierluisi, en su mensaje de situación del país, tuvo su tercer turno al bate…¡Y se ponchó!
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Yo esperaba que el gobernador le dijera al país cuáles eran sus planes para acelerar los fondos y proyectos de recuperación estancados, su estrategia de desarrollo económico una vez se acaben los fondos de emergencia, su plan anticrimen para atender la ola de asesinatos y carjackings, sus medidas para mejorar las condiciones de la clase trabajadora, bajar el costo de vida del puertorriqueño, para fortalecer la UPR, para defender los recursos naturales y atender el cambio climático, su plan para atender la violencia infantil y nuestros adultos mayores, entre muchas otras. Lamentablemente, el gobernador dedicó su mensaje a comparar los pasados dos años de su mandato con el cuatrienio anterior, todos de administraciones del PNP.
Esta es la verdad: en seis años del PNP, la recuperación sigue en un serio estancamiento y golpea a nuestros municipios, el Departamento de Seguridad Pública no funciona y desangra a la Policía de Puerto Rico, los referidos de maltrato de menores sin atender siguen en aumento en el Departamento de la Familia, el sistema de permisos sigue siendo un problema para nuestro desarrollo económico y el costo de vida sube desmedidamente. El gobernador no explicó plan concreto alguno para atender estas u otras necesidades básicas. Lo que sí hizo el gobernador fue ir al hemiciclo de la Cámara de Representantes a tratar de presentarle al país una realidad muy distinta a la que se vive en la calle.
El gobernador se limitó a enfocar su mensaje en los fondos federales a los que la isla tiene acceso hace seis años, sin que se vea ejecución en la calle. Más que un resumen de asignaciones federales anunciadas una y otra vez, Puerto Rico necesita acción. En vez de eso, ayer el país recibió un mensaje motivado por la primaria PNP que se avecina. Pierluisi tuvo una gran oportunidad y la desperdició.