Recientemente, en comparecencia ante la Cámara de Representantes, la Presidenta Interina de la UPR expuso la realidad fiscal universitaria a raíz de las medidas económicas impuestas por la Junta de Control Fiscal (JCF). El efecto neto sobre la Universidad, desde 2017, ha sido una reducción sin precedente en las aportaciones del Gobierno que ha significado una merma en su presupuesto de un 52% en los últimos 5 años.
Entre las medidas impuestas por el Plan Fiscal de la JCF están el congelamiento de las plazas docentes y no docentes, el aumento en el costo de la matrícula como mecanismo para allegar ingresos a la Universidad y una drástica reducción en exenciones y becas a estudiantes y empleados, y de otros beneficios marginales a sus trabajadores. Tales imposiciones constituyen de por sí una gran contradicción pues han provocado que muchos puertorriqueños no puedan educarse y mejorar sus condiciones de vida.
PUBLICIDAD
Otros aspectos preocupantes son el desmantelamiento del Sistema de Retiro de la Universidad luego de que en marzo de 2021 se congelara el plan de retiro vigente para implantar uno de contribución definida –que coloca la solvencia y la subsistencia del Fideicomiso del Sistema de Retiro de la Universidad en peligro- y la congelación de plazas de profesores porque lo “resuelven” con la abusiva y discriminatoria contratación de profesores a tiempo parcial, con sueldos y beneficios menores.
Este cuadro es el resultado de las políticas abusivas de la JCF que, año tras año, ha mutilado el presupuesto universitario con la complicidad silente de la Junta de Gobierno de la Universidad.
En vista de lo anterior, radiqué la resolución 724 para interpelar a la Junta de Gobierno para que dé cara y explique qué medidas están tomando para asegurar los niveles de excelencia académica sin atentar contra el acceso a la educación y la comunidad universitaria.
Tenemos la obligación legislativa y social de defender nuestra Universidad y a la comunidad universitaria, al hacerlo, defendemos sus contribuciones, su presente y su futuro como una institución fundamental en nuestra sociedad.
Más columnas de Denis Márquez
