Los estilos de vida no saludables de los puertorriqueños se ven reflejados en estadísticas alarmantes que indican que siete de cada 10 adultos están sobrepeso u obesos y que el 70% de la población está físicamente inactiva; ambos factores de riesgo relacionados directamente con enfermedades crónicas como la diabetes.
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La actividad física puede ayudar a contrarrestar el impacto de los factores de riesgo a la salud relacionados con enfermedades cardio metabólicas, como la diabetes tipo 2, explicó Emmanuel Hernández Torres, presidente de la Asociación de Fisiología del Ejercicio de Puerto Rico (AFEPR).
“Si una persona no hace el mínimo de 30 minutos de movimiento aeróbico durante cinco días, ya se considera una persona físicamente inactiva. Eso es aparte de cuánto tiempo en el día pasa sentada o recostada. Estas son las personas con mayor riesgo de enfermedad, incluyendo diabetes”, dijo Hernández. Según el Sistema de Vigilancia de Enfermedades Crónicas del Departamento de Salud, uno de cada seis adultos en Puerto Rico tiene un diagnóstico de diabetes, que se mantiene como la tercera causa de muerte en el país. De esos pacientes, el 82.9% sufre sobrepeso u obesidad y el 57% está físicamente inactivo.
En la diabetes tipo 2, que es la que padece el 90% de los pacientes, las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina que produce el páncreas para regular el azúcar en la sangre. Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden causar problemas de salud graves, como enfermedades del corazón, pérdida de visión y daño a los riñones, entre otros. El ejercicio ayuda a regular esos niveles, indicó.
Hernández recomendó a pacientes diabéticos o que han marcado altos niveles de azúcar en sangre a consultar con su médico y luego con un profesional del ejercicio. Señaló que, antes de comenzar una rutina de ejercicio, debe saber cómo monitorear sus niveles de glucosa en la sangre para evitar una situación de riesgo durante o después de su actividad física.
“Cuando se trata de comenzar con actividad física, se ha probado que las actividades cardiovasculares ayudan a reducir la resistencia a la insulina. Caminar es un primer ejemplo, también nadar, correr bicicleta y bailar”, recomendó el fisiólogo del ejercicio. Otras actividades que son parte de la rutina diaria, como barrer, mapear, hacer jardinería o pasear el perro ayudan a combatir el sedentarismo. También, en años recientes, se ha recomendado incluir ejercicios de fuerza muscular, pues reduce la resistencia insulínica, además de que ayuda a tener niveles saludables de colesterol y presión arterial.
Otra parte que debe cuidar el paciente con diabetes es su alimentación. Junto con la actividad física, debe visitar un nutricionista, dijo el educador. “Nuestra dieta es alta en grasa, azúcares procesadas y carbohidratos. El paciente debe orientarse para introducir a su dieta alimentos saludables”, señaló Hernández. Asimismo, enfatizó en que los pacientes deben buscar fuentes con información confiable para aprender sobre las prácticas saludables para manejar su condición, como la Asociación Puertorriqueña de Diabetes.