Cuando pensamos en el brindis, la mente suele ir directo al champagne. Sin embargo, el universo de los vinos espumosos es mucho más amplio y ofrece alternativas igual de elegantes, con personalidades diversas y precios mucho más accesibles.
Desde España e Italia hasta la región francesa que dio fama al champagne, cada estilo aporta una experiencia distinta en la mesa, ideal tanto para maridajes como para brindar en momentos especiales.
A continuación, repasamos tres de los espumosos más populares del mundo —champagne, cava y prosecco— y por qué vale la pena tenerlos presentes estas fiestas.
Champagne: el clásico francés por excelencia
Hablar de champagne es hablar de origen. Solo los vinos espumosos producidos en la región de Champagne, al noreste de Francia, pueden llevar este nombre. Allí se cultivan tres uvas principales: Pinot Noir, Chardonnay y Pinot Meunier, responsables del perfil elegante, mineral y complejo que caracteriza a este emblemático vino.
El champagne puede ser seco o dulce, lo que permite adaptarlo a diferentes gustos y ocasiones. Su prestigio responde no solo a su historia, sino también a su método de elaboración y a la disponibilidad limitada de sus viñedos.
Cava: la joya burbujeante de Cataluña
El cava es la respuesta española al espumoso tradicional, elaborado principalmente en la región del Penedès, en Cataluña. Allí, el clima cálido permite una cosecha más abundante, lo que se traduce en un vino de excelente calidad a un precio mucho más accesible que el champagne.
Este estilo se produce utilizando uvas locales como Macabeo (Viura), Xarel·lo y Parellada, aunque también se incluye la Chardonnay en algunas versiones. Su frescura, carácter cítrico y versatilidad lo convierten en una opción ideal para maridar con tapas, mariscos o platos festivos.
Prosecco: el favorito italiano para celebrar (y para cocteles)
Originario del noreste de Italia —principalmente de Véneto y Friuli-Venezia Giulia—, el prosecco se ha convertido en uno de los espumosos más populares del mundo. Su estilo ligero, aromático y frutal lo hace perfecto tanto para disfrutar solo como para usar en coctelería, destacándose en mezclas tan conocidas como el Aperol Spritz.
Es una opción fresca, accesible y divertida, ideal para quienes prefieren burbujas suaves y un sabor fácil de disfrutar.
Cómo servir y disfrutar un espumoso correctamente
Para apreciar al máximo estos vinos, es esencial servirlos a la temperatura adecuada. Lo ideal es colocar la botella en un balde con agua y hielo y dejarla enfriar gradualmente. Mantenerla almacenada permanentemente en la nevera no es recomendable, pues el gas puede resecar el corcho y dificultar la apertura.
Al abrir el espumoso, sujeta el corcho con firmeza y gíralo lentamente mientras mantienes el pulgar encima para controlar la presión. Como detalle adicional, un corcho bien ajustado —pero que no resulte imposible de quitar— es señal de que la botella fue conservada correctamente.
Ya sea por preferencia, presupuesto o curiosidad, las alternativas al champagne permiten viajar sensorialmente por Francia, España e Italia, sin salir de la mesa festiva. En estas celebraciones, atrévete a brindar con un espumoso distinto, explora sus matices y deja que sus burbujas te acompañen en un inicio de año lleno de sabor.

