El emblemático Caribe Hilton, cuna de la icónica Piña Colada, celebró con éxito un brunch temático en honor a este cóctel boricua que ha conquistado paladares en todo el mundo.
El escenario fue Caribar, el elegante y moderno bar del hotel, donde los sabores del coco y la piña fueron los grandes protagonistas de una experiencia gastronómica que fusionó la tradición, la creatividad y el mejor ambiente, con vistas irrepetibles.
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Lejos de ser un brunch convencional, esta propuesta a la carta sorprendió con platos diseñados especialmente para rendir homenaje a los ingredientes esenciales de la Piña Colada.
Desde los primeros bocados, los comensales fueron recibidos por aromas dulces y tropicales que evocaban vacaciones junto al mar y tardes soleadas con música de fondo.
Uno de los favoritos fue el Monchito French Toast, una deliciosa versión del clásico desayuno, servida con mermelada de piña y una delicada espuma de coco, en alusión a Don Ramón “Monchito” Marrero, el bartender del hotel a quien se le atribuye la creación de la Piña Colada en 1954. El nombre, sin duda, fue tan bien pensado como la receta.
Otro plato que acaparó elogios fue el Sticky Poulet Waffle, que combinó el crujiente del pollo frito con waffles infusionados con coco y un toque de sirope tropical. Una propuesta atrevida y sabrosa que demuestra cómo los contrastes bien ejecutados pueden convertirse en tendencia culinaria.
La carta de cócteles no se quedó atrás: variaciones modernas del clásico Piña Colada desfilaron entre las mesas, incluyendo versiones con café y texturas espumosas, manteniendo siempre la esencia del coco y la piña como hilo conductor.
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Este brunch forma parte de la serie de experiencias gastronómicas de alta gama que la hospedería ofrece para deleite de locales y visitantes, reafirmando su posición como un destino culinario imprescindible en el corazón de San Juan.