Las fuerzas armadas en Estados Unidos han comenzado ya a aplicar medidas disciplinarias y bajas contra los soldados que se han negado a recibir vacunas contra el coronavirus. Hay hasta 20 mil soldados en riesgo de recibir la baja.
El jueves, la Infantería de Marina informó que dio de baja a 103 soldados hasta ahora por negarse a recibir la vacuna y el Ejército ha reprendido a 2.700 y comenzará en enero el proceso de darles de baja. La Fuerza Aérea dijo esta semana que 27 de sus miembros fueron dados de baja por incumplir el mandato de vacunación. Y la Armada detalló su nuevo procedimiento disciplinario esta semana y relevó ya a un marinero de su puesto de mando por negarse a someterse a una prueba mientras solicita una exención.
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El mando militar ha advertido durante meses que los soldados enfrentarían consecuencias si no obedecían lo que es considerado una orden legítima de vacunarse contra el COVID-19, pero solamente en la última semana han comenzado a cumplir las amenazas.
No estaba claro cuántos pudieran ser dados de baja, pero de acuerdo con las fuerzas armadas, al menos 30.000 de sus efectivos no se habían vacunado aún, aunque varios miles de ellos tienen exenciones médicas o administrativas aprobadas temporal o permanentemente. Del resto — muy probablemente 20.000 o más — miles están en el proceso de exenciones o se han negado a vacunarse. Eso representa aproximadamente 1,5% de los 1,3 millones de soldados en servicio activo.
Las cifras reflejan un riesgo calculado — que el número de soldados que serían sacados del servicio por negarse a vacunarse representa una amenaza menor que el prospecto de una diseminación descontrolada del virus entre las tropas.
Más de 12.000 han solicitado exenciones religiosas. Y unos 4.800 efectivos del Ejército y la Fuerza Aérea se han negado tajantemente a vacunarse, sin solicitar exención. La Armada y la Infantería de Marina no han dado a conocer las cifras de los que se han negado.
El portavoz del Pentágono John Kirby dijo el jueves que el objetivo principal del secretario de Defensa, Lloyd Austin, es que se vacune la mayor cantidad de soldados posible.
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“Lo que les diría él a esos individuos si tuviese la oportunidad de hablarles directamente es vacúnense, si son elegibles médicamente”, dijo Kirby. “Vacúnense porque es la mejor manera de protegerse y proteger a sus unidades. Esa es la preocupación, elevar la tasa de vacunaciones lo más cerca posible de 100%”.
El Ejército la última fuerza en alcanzar el plazo para requerir que sus soldados se vacunasen. El jueves, el ejército dijo que 98% de sus soldados en servicio activo habían recibido al menos una dosis, pero que más de 3.800 se negaron rotundamente a vacunarse y podrían recibir la baja a partir del mes próximo.
Los Marines dijeron que 95% de su fuerza había recibido al menos una dosis para el jueves. Alrededor de 97,5% de la Fuerza Aérea y la Fuerza Espacial han recibido al menos una dosis y más de 1.000 soldados se habían negado. Y 98,4% de la Armada está plenamente vacunado. La Armada no dio a conocer los números de aquellos con una sola dosis.
A una pregunta sobre el impacto para la preparación militar si soldados continúan rechazando las vacunas son dados de baja, Kirby dijo que los soldados aún tienen tiempo de hacer lo apropiado. “Obviamente esperamos que lo hagan”, dijo. “Pero si no, es una orden legítima y tiene que ser obedecida porque es un requerimiento médico válido”.
Aunque cada rama ha desarrollado su propio proceso, todas siguen reglas ya existentes para cuando un soldado desobedece una orden legítima. Ser expulsado de las fuerzas armadas por negarse a vacunarse ha ocurrido raramente, pero los soldados pueden recibir la baja por desobedecer órdenes.
De acuerdo con los datos dados a conocer el jueves, el Ejército, el mayor de los servicios militares, reportó el menot número de efectivos que solicitaron exenciones religiosas — un poco más de 1.700 soldados — comparado con las otras ramas. Más de 4.700 soldados de la Fuerza Aérea, 3.100 en los Marines y 2.700 en la Armada solicitaron exenciones religiosas, de acuerdo con datos dados a conocer por esos servicios en la última semana. Ninguna ha sido aprobada aún.
El Pentágono hizo obligatoria este año la vacunación contra el coronavirus para todos sus miembros, incluso la Guardia Nacional y la Reserva. Austin ha dicho en reiteradas ocasiones que vacunarse es crucial para mantener una fuerza sana, preparada para defender la nación. El Pentágono además declaró obligatorias las dosis de refuerzo.
Los 478.000 soldados activos del Ejército tenían plazo hasta el miércoles para vacunarse. La Fuerza Aérea requirió vacunas para sus miembros en servicio activo para el 2 de noviembre, mientras que la Armada y los Marines tienen hasta junio de 2022.
“Vacunar a nuestros soldados contra el COVID-19 se centra sobre todo en la preparación del Ejército”, dijo la secretaria del Ejército, Christine Wormuth, en una declaración. “A aquellos que continúan rechazando la vacuna y no están en espera de una decisión sobre una exención médica o administrativa, los llamo a vacunarse. De lo contrario, comenzaremos los procesos de baja involuntaria”.
Además de los más de 2.700 soldados del ejército que recibieron reprimendas escritas por negarse a vacunarse, seis fueron relevados de posiciones de mando. Los cadetes de la Academia Militar de West Point que se nieguen a vacunarse y no reciban una exención no recibirán el grado de oficial.
El Ejército dijo que más de 6.200 soldados han solicitado exenciones temporales o permanentes, incluso 1.746 por razones religiosas. Casi 3.900 han recibido exenciones temporales médicas o administrativas y cuatro tienen exenciones médicas permanentes
Las exenciones médicas temporales pueden incluir por embarazo u otras razones y las administrativas pueden ser para aquellos que se retiran o están e localidades remotas sin acceso a vacunas.
En las fuerzas armadas, la reacción a las vacunas ha reflejado la de la sociedad en general, con miles renuentes a recibirlas, pero el porcentaje de soldados —especialmente en activo — que se vacunaron rápidamente excede los promedios nacionales. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, aproximadamente 72% de la población adulta en Estados Unidos mayor de 18 años ha recibido al menos una dosis. Los soldados estadounidenses tienen requerido normalmente recibir hasta 17 vacunas, según el lugar del mundo a donde los envían.