Japón confirmó el lunes su tercer caso de la variante ómicron de coronavirus, detectada en un viajero proveniente de Italia, por lo que el primer ministro Fumio Kishida prometió tomar medidas más estrictas ante un posible resurgimiento de contagios.
Japón ha registrado un declive marcado de casos diarios de COVID-19 desde septiembre.
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El secretario jefe de Ganinete, Hirokazu Matsuno, dijo a los reporteros que el tercer caso confirmado de la cepa ómicron fue en un hombre mayor de 30 años que dio positivo al coronavirus a su llegada de Italia al aeropuerto Haneda de Tokio el 1 de diciembre y desde entonces se encuentra aislado.
En un discurso ante el Parlamento, Kishida indicó que él no está tomando riesgos luego de recibir críticas de que Japón estaba demasiado relajado en sus medidas contra el virus.
Las autoridades de antemano confirmaron dos casos de la variante ómicron en viajeros que llegaron a Japón a finales de noviembre —lo que llevó al gobierno de Kishida a solicitar a las aerolíneas internacionales suspender nuevas reservaciones. El primer ministro retiró rápidamente la petición después de enfrentar críticas fuertes por llegar demasiado lejos. Japón prácticamente ha prohibido el acceso de extranjeros al país como medida de precaución de emergencia.
También el lunes, el Ministerio de Comercio e Industria de Japón anunció que la visita planeada por el equipo de la agencia nuclear de Naciones Unidas a la planta nuclear Fukushima Daiichi para mediados de diciembre ha sido pospuesta hasta el próximo año debido a preocupaciones por la nueva variante del coronavirus.