Estados Unidos quitó el martes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia de la lista de organizaciones terroristas en un intento por colaborar más con la implementación del acuerdo de paz en la nación sudamericana.
“Ya no existe como una organización unificada dedicada al terrorismo o a actividades terroristas, ni tiene la capacidad o la intención de hacerlo”, expresó el secretario de Estado, Antony Blinken, en un escrito de dos páginas. “La decisión de revocar la designación no cambia la postura con respecto a cualquier acusación o posible acusación en los Estados Unidos contra exlíderes de las FARC, entre ellas por narcotráfico”, explicó.
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La medida fue anunciada una semana después del quinto aniversario del acuerdo de paz que puso fin a cinco décadas de conflicto con las FARC. Estados Unidos ha apoyado ese acuerdo al considerar que representa “el camino hacia una paz duradera” y ha expresado su satisfacción con “los logros que ha conseguido hasta el momento”.
Blinken dijo que el hecho de quitar a las FARC de las listas de terroristas ayudará a Estados Unidos a apoyar mejor la implementación del proceso de paz y le permitirá trabajar con combatientes desmovilizados.
La decisión de Estados Unidos fue aplaudida por exlíderes de las FARC.
“Es un reconocimiento a nuestro compromiso con la paz y a nuestro cumplimiento riguroso de lo pactado en el acuerdo de paz”, expresó Rodrigo Londoño, un exguerrillero que ejerció como comandante del grupo, en su cuenta de Twitter.
En el mismo anuncio, Estados Unidos dijo que dos grupos disidentes de las FARC fueron incluidos en las listas de Organización Terrorista Extranjera y Terrorista Mundial Especialmente Designado: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo (conocidas como FARC-EP) y la Segunda Marquetalia, que según el gobierno colombiano opera principalmente en Venezuela.
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Esta designación “está dirigida a quienes se negaron a desmovilizarse y a quienes participan en actividades terroristas”, dijo Blinken.
Algunos comandantes de las FARC -entre ellos Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez”- anunciaron en agosto de 2019 que abandonaban el acuerdo de paz, retomaban las armas y creaban la Segunda Marquetalia. El grupo ha participado en actividades terroristas y es responsable del asesinato de exmiembros de las FARC y líderes comunitarios, dijo el Departamento de Estado. Además, indicó, ha participado en ataques, asesinatos y tomas de rehenes, incluidos líderes políticos.
Arango y otros líderes de ese grupo fueron designados ahora como terroristas, entre ellos Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias “El Paisa”, y Henry Castellanos Garzón, conocido como “Romaña”.
Las FARC-EP están integradas por quienes no aceptaron acogerse al proceso de paz y que dicen seguir siendo la antigua guerrilla. Sin embargo, sus estructuras están fragmentadas y no obedecen a principios políticos.
Según el gobierno colombiano están dedicadas a las economías ilícitas como el narcotráfico y la minería ilegal. Miguel Santanilla Botalle, alias “Gentil Duarte”, y Néstor Gregorio Vera, alias “Iván Mordisco”, son los líderes de las disidencias que operan en el suroeste de Colombia y ambos fueron también incluidos en la lista de terroristas, junto con Euclides España Caicedo.
En adelante, todas las propiedades e intereses de estas personas y los dos grupos disidentes de las FARC quedan bloqueados y deben ser notificados a la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos. Las instituciones financieras extranjeras que operen con ellos a sabiendas serán sancionadas por Estados Unidos.
