El comercio mundial se encuentra en vilo luego de que un brote de COVID-19 en el en el puerto de Ningbo-Zhoushan en China, obligara a su cierre y paralizara todos los servicios de contenedores.
Este es el tercer puerto de contenedores más transitado del mundo y, según reportó Bloomberg, su cierre pondría en jaque cadenas de suministro a nivel mundial. Incluso, podría afectar las compras navideñas.
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Uno de los puertos que ya vive las consecuencias es el de Los Ángeles, que vio caer el volumen de contenedores entrantes. Portavoces de cadenas de distribución dijeron a Bloomberg que muchas compañías están alquilando barcos que agreguen cláusulas contractuales de COVID como seguro para no tener que pagar por los barcos varados.
Otro de los temores tras el cierre del puerto chino, es que demás muelles en el mundo cierren por brotes o restricciones, en momentos en que la economía está regresando a la normalidad.