La buena noticia es que los científicos tienen una mejor noción de dónde andará el asteroide Bennu en los próximos 200 años. La mala es que existe una probabilidad ligeramente mayor de lo que se había pensado de que la roca espacial impacte a la Tierra.
Pero no hay que alarmarse: los científicos reportaron el miércoles que las probabilidades de que Bennu nos golpee en el próximo siglo siguen siendo bastante bajas.
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“No deberíamos preocuparnos demasiado por eso”, comentó Davide Farnocchia, científico del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, con sede en el Laboratorio de Propulsión a Chorro, en Pasadena, California, y quien fue el autor principal del estudio.
Aunque las probabilidades de que el asteroide impacte a la Tierra han pasado de ser de 1 en 2.700 a 1 en 1.750 en el próximo siglo o dos, los científicos tienen ahora una mejor idea de la trayectoria de Bennu gracias a la sonda espacial de la NASA Osiris-Rex, de acuerdo con Farnocchia.
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“Así que creo que en general, la situación ha mejorado”, comentó a los reporteros.
La sonda espacial se dirige hacia la Tierra tras recoger muestras del gran montón de escombros giratorios del asteroide, considerado uno de los dos asteroides más peligrosos conocidos de nuestro sistema solar. Las muestras habrán de llegar en 2023.
Antes de que Osiris-Rex llegara a Bennu en 2018, los telescopios proporcionaron un vistazo sólido del asteroide, cuyo diámetro mide aproximadamente medio kilómetro (un tercio de milla). La sonda recopiló suficientes datos en dos años y medio para ayudar a los científicos a predecir mejor la trayectoria orbital del asteroide en el futuro.
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Los hallazgos, publicados en la revista Icarus, también deberían de ayudar a trazar la trayectoria de otros asteroides y darle a la Tierra una mejor oportunidad para defenderse si otra roca espacial peligrosa se dirige hacia nosotros.
Antes de que Osiris-Rex apareciera, los científicos estimaban las probabilidades de que Bennu impactara a la Tierra para el año 2200 en 1 en 2.700. Ahora es de 1 en 1.750 entre ahora y el año 2.300. El día más peligroso es el 24 de septiembre de 2182.
Bennu tendrá un encuentro más cercano con la Tierra en el año 2135, cuando pase a la mitad de la distancia que hay con la Luna. La gravedad de la Tierra podría modificar su trayectoria futura y ponerlo en curso de colisión con nuestro planeta para después del 2200, lo que es menos probable ahora según las observaciones del Osiris-Rex.
Si Bennu chocara con la Tierra no acabaría con la vida, como pasó con los dinosaurios, sino que crearía un cráter de entre 10 y 20 veces el tamaño del asteroide, dijo Lindley Johnson, directora de defensa planetaria de la NASA. El área de devastación sería mucho mayor: de hasta 100 veces el tamaño del cráter.